La Eurocámara da §luz verde§ a la ampliación de la Unión Europea
El Parlamento Europeo (PE) y los Quince alcanzaron hoy un acuerdo definitivo sobre el marco financiero de la ampliación de la UE, tras numerosas reuniones celebradas en las últimas semanas, lo que despeja el camino para la aprobación del Tratado de Adhesión el próximo 16 de abril en Atenas. La entrada efectiva de los nuevos socios está prevista para el 1 de mayo de 2004.
El conflicto entre la Eurocámara y el Consejo sobre la financiación de la UE ampliada, que llegó a suscitar dudas sobre el respaldo mayoritario del Parlamento al proceso, fue resuelto ayer al acordar ambas instituciones un incremento de 450 millones de euros para atender las políticas internas (investigación, educación, infraestructuras) de los 10 países de la ampliación, de 2004 a 2006.
De esta forma, el Parlamento, cuya opinión es vinculante y debe estar respaldada por mayoría absoluta de los parlamentarios (314 de los 624 votos), adopta esta jornada diez dictámenes conformes, uno por cada uno de los futuros socios: Letonia, Lituania, Estonia, Eslovenia, Eslovaquia, República Checa, Polonia, Hungría, Malta y Chipre.
Asimismo, aprobará una resolución general, redactada por el eurodiputado alemán Elmar Brvk (PP E), en cuyo borrador se califica la ampliación de "reto sin precedentes", al tiempo que se subraya la necesidad de que la Unión a 25 unifique su política exterior y refuerce los lazos transatlánticos.
Desacuerdo desde Copenhague
El origen del desacuerdo entre el Parlamento y los Quince surgió en la cumbre de Copenhague (diciembre 2002), cuando los gobiernos de la UE decidieron, de forma unilateral, incluir en el borrador del Tratado de Adhesión (anexo XV) las partidas presupuestarias que se dedicarán a los países candidatos hasta 2007, y en asuntos agrícolas, hasta 2013.
Según el PE, la inclusión de este anexo, sin consultar previamente a la Cámara, pone en entredicho el papel presupuestario del Parlamento, que tiene poder de codecisión, por lo que pidió que se modificara o se eliminase.
Ante el rechazo de los Quince de dar marcha atrás, la Cámara europea pidió como contrapartida incrementar en 600 millones de euros el presupuesto para políticas internas de los diez futuros miembros, ya que las considera insuficientes, aunque tras sucesivas reuniones se ha acordado rebajar esa cifra hasta los 450 millones.