Miedo en el green
El conflicto con Irak ha impedido que esta semana hayamos asistido a un duelo apasionante, el que habría medido a Tiger Woods, el número uno mundial, con Ernie Els, el segundo del ranking. Ambos tenían previsto encontrarse en el Dubai Desert Classic, pero el estadounidense ha desistido.
A pesar de que los organizadores garantizaban su seguridad con un miniejército que se encargaría de proteger a la figura más importante del deporte estadounidense, desde la Casa Blanca desaconsejaron que realizara el viaje. Tiger, que el domingo ganó el Accenture Match Play, declaró que 'disfruté mucho en el torneo de Carlsbad, pero el clima actual que se vive en la zona no me tranquiliza'. El Gobierno estadounidense no ha hecho extensiva la recomendación al resto de compatriotas que se han desplazado a Dubai para intervenir en el torneo. Desde el Ministerio de Exteriores español no se ha hecho ninguna recomendación expresa a los siete golfistas de nuestro país que han viajado a Dubai, entre los que se encuentra Raúl Ballesteros, sobrino de Seve.
Ni en las calles del país, así como en el campo de golf, se aprecian signos de una futura guerra. Sólo las medidas para entrar al recinto se han extremado más de lo habitual. Estas previsiones no han satisfecho al escocés Colin Montgomerie, que se ha dado de baja, igual que una treintena de jugadores más que tenían previsto intervenir en este clásico del circuito europeo dotado con 1,7 millones de euros en premios.
El dinero del torneo de Dubai no está en los premios, sino en los fijos de salida que el organizador está autorizado a abonar de parte del patrocinador. A Tiger se le adelantaron los dos millones de dólares, una cifra muy superior al capítulo destinado a premios, a la que debían añadirse los gastos generados por el desplazamiento en su jet privado desde San Diego, desde cuyo aeropuerto partió hacia su mansión de Florida a descansar. 'Por respeto a los organizadores, esta semana no jugaré ningún otro torneo', dijo Tiger, justo cuando los del Doral Open se frotaban las manos ante la posibilidad de contar con el número uno.
Quien sí ha acudido a Dubai a defender el título es Ernie Els, dos victorias esta temporada en Estados Unidos y otras tantas en torneos puntuables para el circuito europeo. El surafricano había vencido en cuatro de las cinco citas en las que había intervenido, aunque la semana pasada en el Accenture, que se juega bajo la modalidad de match play (a hoyos ganados), cayó en la primera ronda frustrando el esperado mano a mano con Tiger.
'Ha sido un día feliz para todos', declaró el comisionado del PGA Tour americano Tim Finchem, abrazado a los altos ejecutivos de Accenture, tras el reparto de premios. Y es que Tiger, que había ganado los otros tres torneos que componen la serie del circuito mundial, conocida como los World Golf Championships (WGC), nunca se había impuesto en este torneo. Estamos ante el año de Tiger.