Los altos salarios y el mayor dinamismo animan la fuga de cerebros hacia EE UU
El mercado laboral estadounidense recibe cada año a decenas de miles de europeos que buscan un puesto de trabajo. Acuden atraídos por unos salarios más altos, un entorno que apoya a las nuevas empresas y una tecnología más desarrollada. Y la mitad jamás regresa a su país de origen.
Falta de iniciativa para innovar e incapacidad para asumir riesgos. Dos problemas que se sitúan por detrás de la denominada fuga de cerebros. Un síntoma que afecta a las economías europeas y cuyas consecuencias son difíciles de cuantificar. Los datos presentados por el instituto alemán IFO y el Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Múnich (CES) avalan que la migración de mano de obra muy cualificada de Europa a Estados Unidos es un fenómeno cíclico y que existe una tendencia al alza desde mediados de la década de los noventa.
'La situación española está en línea con la evolución europea', comenta Xavier Vives, uno de los responsables del informe presentado en España por la Fundación BBVA. El estudio sostiene que el mercado estadounidense no sólo es atractivo para personas con estudios elevados (posgrados, doctorados o másteres), sino que también atrae a europeos con ideas innovadoras o talentos excepcionales. Los motivos son diversos, según el informe: salarios más altos para trabajadores con elevada cualificación, un entorno que favorece la creación de empresas y un mercado tecnológico muy desarrollado.
Según el estudio, sólo la mitad de estos profesionales retorna a sus países de origen, por lo que las pérdidas de dicho capital humano suponen rentabilidades negativas o muy bajas dada la inversión en su educación. La pérdida de estos trabajadores genera mercados nacionales con sectores de poca especialización técnica y con un menor potencial de crecimiento. EE UU se beneficia, según el informe, de una mayor capacidad para generar patentes y de ingresos monopolísticos.
Cambio de tendencia
'La banca de inversión, el químico farmacéutico y la consultoría son los sectores con una mayor tendencia a la migración', dice Mireia Rius del Servicio de Salidas Profesionales del IESE. La experiencia de las escuelas de negocios españolas refleja un posible cambio de tendencia para el futuro. Gloria Batllori, directora asociada del MBA full time de Esade, cree que 'comenzamos a ser receptores de talentos procedentes de Latinoamérica a la vez que es más complejo obtener permisos de trabajo para vivir en EE UU'.
Xavier Vives cree que la solución para evitar la pérdida de profesionales pasa por 'la creación de centros de excelencia' que atraigan a personal cualificado. 'Es necesaria una reforma del sistema científico-técnico que liberalice el sector. En EE UU hay una mayor flexibilidad en el mercado y se potencia el vínculo universidad-investigación-empresa', comenta Vives.
Junto a la liberalización del mercado, el estudio propone reducir la presión fiscal para este grupo de profesionales. Esta medida, según Valentí Pich, presidente del REAF (Registro de Economistas Asesores Fiscales), 'supondría grandes problemas de gestión, ya que implica medidas especiales para el impuesto de la renta'. Pich considera que 'los tipos marginales españoles se han equiparado bastante a los europeos, por lo que la discriminación positiva de las rentas altas es muy difícil'. Según el presidente de la REAF, 'se crearían precedentes que van en contra de la tendencia simplificadora actual'. En su opinión, las ayudas directas a I+D serían mucho más eficaces.
La ampliación de la UE supondrá, según concluye el informe, una oportunidad para los profesionales del este de Europa, que se repartirá junto a EE UU el flujo de talentos.