Accionistas de Bilore impugnan los sueldos del equipo de crisis
Marín y Luque se han destapado como accionistas de referencia de Bilore al aglutinar un 15% del capital de la empresa, por la suma del 10% en manos del ex presidente, destituido en un consejo de administración celebrado hace dos semanas, y del 5% del anterior primer ejecutivo, apartado de la gestión y acusado de presuntas irregularidades financieras en la junta de accionistas de la empresa celebrada en diciembre pasado. El resto de las acciones de Bilore se reparten entre el Gobierno vasco, que entró en el capital en 1995 a través de su fondo de capital riesgo Ezten, que tiene un 16,45%, mientras que en torno a otro 10% pertenece a la plantilla. El resto es propiedad de los herederos de los fundadores de la compañía en 1897, las familias Arana, Larrañaga y Ayerbe.
Arbiza, que ya ha cumplido 90 días al timón de Bilore, se ha rodeado en este tiempo de un equipo de asesores, entre los que figuran los consultores Arizmendi, Juan Garayar (que entró en Bilore como representante de los trabajadores y ahora es consejero ratificado en junta), Iraola, Polo y el abogado Varela, este último para revisar las operaciones de Bilore en Chile. La impugnación de Luque y Marín se centrará en la cuantía de los acuerdos económicos alcanzados con estos profesionales, en un momento en el que Bilore vive el punto más álgido de su crisis. Las fábricas de Zaldibia (Guipúzcoa) y Lucena (Córdoba) están paralizadas desde el mes pasado por sendos expedientes de regulación de empleo, que afectan a la mayoría de los 230 trabajadores del centro vasco (donde ya se ha despedido a 55 personas), y al medio centenar de empleados de las instalaciones andaluzas.
Coventry, en Francia
En la factoría de Haubourdin (Francia) que Bilore compró a Unilever y que aporta más de la mitad de la facturación anual de la compañía vasca, la composición de su capital ha sufrido una profunda modificación. La química inglesa Coventry, que fabrica detergentes líquidos, ha tomado la mayoría accionarial al suscribir una ampliación de capital en solitario, ya que Bilore no pudo suscribir su parte por sus problemas financieras. Coventry, que controlaba el 10%, se ha situado por encima del 50% y Bilore controla ahora el 12%.
En las plantas nacionales, la dirección de la empresa vasca se ha comprometido ante los sindicatos a presentar un plan de futuro para finales de la próxima semana.
En su búsqueda de recursos, Arbiza ha mirado a Bilore Chile, la distribuidora de sus productos en ese país, donde la compañía con sede en Zaldibia tiene el 40%, Marín y Luque otro 20% y accionistas locales el 40% restante. Por supuestas irregularidades con esta comercializadora Luque fue apartado de la gestión, cuando la consejera y accionista Isabel Larrañaga pidió en la junta de diciembre que se presentara contra él una acción social de responsabilidad.
Bilore Chile está dirigida por otro miembro de las familias fundadoras, que siempre han tenido participación en la gestión hasta que Arbiza reclamó plenos poderes para dirigir Bilore. Arbiza ha reclamado 700.000 euros a la comercializadora chilena, y le han respondido que Bilore no cumple con sus compromisos de suministro de productos, lo que está permitiendo ganar mercado a otros competidores. No obstante, desde Chile reconocen la deuda y piden negociar plazos de pago, puesto que su nivel de tesorería actual no permite abonarla sin poner en peligro la compañía, constituida en 1995.