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Derivados

Marcar rangos de antemano

Esta estrategia, que consiste en fijar un rango en el que comprar o vender una acción, elimina sustos de caída en la cotización en ese intervalo, pero a la vez se renuncia a la revalorización que el subyacente pueda experimentar

Existe una serie de instrumentos derivados con una estructura de beneficios y pérdidas más complicada que las opciones call y put estándar, conocidas como opciones exóticas. Las diferencias con las opciones normales no sólo hacen referencia a los pagos, sino también a los mercados en los que cotizan, donde el pequeño inversor tiene poco acceso. Normalmente son variaciones de las opciones simples que se intercambian en el mercado OTC (over the counter), y en su mayor parte los subyacentes son divisas. Entre los tipos más utilizados de opciones exóticas destacan las opciones barra, que incorporan uno o varios precios conocidos como precios de activación, de tal manera que si se alcanzan éstos la opción se activa o vence automáticamente, y las opciones asiáticas, que en vez de pagar el precio del subyacente el día del vencimiento pagan una media determinada. Dada la complejidad de algunas de estas opciones exóticas la valoración es realmente tediosa. Normalmente han sido creadas para satisfacer necesidades particulares de las empresas.

A lo largo de nuestros artículos sí que hemos ido explicando estrategias que incluyen opciones call y put combinadas que en realidad son paquetes de opciones. La estrategia que proponemos esta semana queda en medio de estas cestas de opciones y las opciones exóticas descritas en el párrafo anterior. Se conoce como range forward contract (o rango del contrato forward) con dos modalidades: corto y largo. Para construir la estructura corta, se compra una opción put y se vende una opción call sobre el mismo subyacente, pero con distintos precios de ejercicio, siendo el de la put comprada menor. Ingresamos la prima de la opción call vendida y pagamos el precio de la put comprada. Lo ideal es que ambos precios sean iguales, de tal manera que el coste inicial de la estrategia sea cero.

En el mercado es difícil encontrar exactamente el mismo precio para una call y una put con diferentes precios de ejercicio y mismo vencimiento. Lo más aproximado es, por ejemplo, comprar una opción put con precio de ejercicio 8,5 euros por 0,6 euros por acción y una call con precio de ejercicio 9,25 euros por 0,63 euros por acción, ambas con vencimiento 21 de marzo de 2003. En este caso, obtenemos un ingreso inicial muy bajo de 0,03 euros por acción. Se consigue un rango de precios, entre 8,5 euros y 9,25 euros, donde nos aseguramos que las acciones de Telefónica se podrán vender dentro de ese intervalo de precios. Por debajo de 8,5 euros ganamos dinero por la opción put comprada, y por encima de 9,25 euros perdemos dinero por la call vendida. Con esta inversión estamos consiguiendo el mismo diagrama beneficio-pérdida que si el de un futuro vendido se tratase, pero con una diferencia: tenemos un rango de precios, entre 8,5 euros y 9,25 euros, donde ingresamos 0,03 euros por acción y donde nos aseguramos la venta de las acciones de Telefónica.

Estructura larga

De la misma manera, en la estructura larga se vende una opción put y compramos una opción call, esta última con precio de ejercicio superior. Contrario a la estructura anterior, ahora garantizamos un intervalo de precios donde podemos comprar el activo subyacente. Una vez más, se debe buscar un precio de call igual al de la put cuando se inicia la estrategia. Si utilizamos los precios de las opciones sobre Telefónica de antes, el intervalo vuelve a ser 8,5 euros y 9,25 euros, pero con un coste de 0,03 euros por acción. Por encima de 9,5 euros ganamos dinero por la call comprada, por debajo de 8,5 euros perdemos dinero por la put vendida y entre 8,5 euros y 9,25 euros compraremos Telefónica. El diagrama de beneficio-pérdida es el de un futuro comprado, con la diferencia del rango estable donde nuestra pérdida está limitada a 0,03 euros.

Hay que tener en cuenta que el hecho de marcarse un rango de antemano donde comprar o vender una acción, elimina sustos de caída en la cotización dentro de ese rango, pero a la vez también se renuncia a la revalorización que el subyacente pueda experimentar.

Los derivados premian a Acesa

Esta semana, el mercado ha estado marcado principalmente por el vencimiento de futuros y opciones que tuvo lugar ayer. Este hecho se ha dejado notar no sólo en el volumen negociado, mayor que el de otras sesiones, sino en el traslado de muchos inversores al siguiente vencimiento.Con todo, el buen tono del contado ha tenido su reflejo en los derivados. Las ganancias que, en términos generales, han logrado los subyacentes, han permitido que hayan sido muchos los inversores que han materializado beneficios, siempre y cuando confiaran en un mercado alcista a través de las opciones de compra. Los más beneficiados en esta ocasión han sido aquellos que apostaron por los ascensos de Acesa a través de la call. El acuerdo al que llegaron los consejos de ésta y Aurea para llevar a cabo la fusión anunciada hace siete meses ha provocado que el subyacente se haya revalorizado un 6,05% en la semana. Este comportamiento del subyacente ha permitido que el precio de la prima de la call haya pasado de valer 0,54 euros a 0,97 euros, por lo que la call ha ganado en este periodo un 79,63%. Otro de los subyacentes que ha registrado un buen comportamiento ha sido el de Repsol, que ha ganado un 6,32% en la semana. Esta evolución ha permitido que los que confiaron en las alzas de este activo a través de las calls hayan materializado plusvalías, ya que la opción de compra se ha revalorizado un 39,81%. Los compradores de futuros sobre este mismo subyacente, Repsol, han sido los más afortunados, ya que este derivado, con precio de ejercicio de 12,12 euros y vencimiento el próximo 21 de marzo, se ha revalorizado un 33% en la semana.

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