Monti advierte que las ayudas a Fiat deben ser aprobadas por Bruselas
El comisario europeo de Competencia, Mario Monti, advirtió ayer al Gobierno italiano que cualquier intervención pública en la crisis del grupo automovilístico Fiat deberá respetar las reglas de la UE. Desde Nápoles, donde participó en un seminario, Monti dijo que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, le comunicó anteayer las iniciativas que baraja el Ejecutivo para hacer frente a la grave crisis de la empresa automovilística, que proyecta eliminar 8.100 puestos de trabajo.
'Le recordé a Berlusconi, añadió Monti, que cualquier intervención del Estado para ayudar a las empresas en dificultad debe ser evaluada por la Comisión con la base de las reglas existentes y antes de su ejecución'. Poco después, desde Turín, el presidente de la Comisión, Romano Prodi, se comprometió a 'examinar con la máxima rapidez cualquier iniciativa y a dar respuestas inmediatas para no entorpecer una situación ya de por sí delicada'.
Salida a la crisis
Prodi afirmó que hasta el momento no ha recibido ninguna comunicación por parte del Gobierno italiano, que ha decidido crear una mesa técnica para estudiar posibles salidas a la crisis, tras una reunión entre Berlusconi y el presidente de Fiat, Paolo Fresco. Por su parte, un portavoz del Gobierno italiano señaló que 'son conscientes de la existencia de reglas comunitarias y de la necesidad de respetarlas, y notificarán las ayudas si se producen y cuando se produzcan'.
El dictamen de Bruselas sobre las hipótesis de intervención que tiene sobre su mesa Berlusconi se presenta ahora como un decisivo paso para abordar una crisis que ha adquirido dimensión nacional en Italia, dada la condición de Fiat de primer grupo industrial del país.
Desde el Ejecutivo se trata de paliar a corto plazo los efectos de un recorte de plantilla que, según los sindicatos, podría afectar a unas 40.000 personas si se hace extensivo a la industria auxiliar la supresión de empleos directos y el cierre de la factoría siciliana.