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Análisis sectorial

La Bolsa penaliza el sector automovilístico, que pierde un 19% en el último mes

La remontada de los mercados del jueves y el viernes maquilló el mal momento de los fabricantes de automóviles. El viernes el índice sectorial Euro Stoxx subió un 8%, pero aun así lleva acumulada una pérdida del 18,6% en el último mes. Los retrocesos reflejan el temor de los inversores a que la recuperación económica en EE UU y Europa llegue más tarde de lo esperado. Asimismo, las caídas responden a diversos anuncios por parte de las compañías, que apuntan una débil demanda por parte de los consumidores.

La dura crisis de Fiat, que lleva años larvándose, ha sido sólo el colofón. El pasado martes, el presidente de General Motors, Rick Wagoner, señaló que no descarta una caída de las ventas de automóviles en EE UU en 2003 por los efectos negativos sobre la confianza de los consumidores de una guerra contra Irak.

Las palabras de Wagoner sentaron mal en los mercados y esa jornada los principales fabricantes europeos sufrieron caídas de entre el 4% y el 7%. Es más, el mercado empezó a considerar la deuda de Ford como bono basura.

Estados Unidos ha sido en el último año el mercado en el que se han refugiado algunas compañías europeas, gracias a unos bajos tipos de interés que han incentivado las ventas. Por ello cualquier signo de debilidad en EE UU puede suponer un serio revés para las compañías europeas.

Pero los malos augurios para las empresas automovilísticas no terminaron ahí. Un día después, Volkswagen reconoció que parará la producción de su principal factoría en Alemania durante las dos primeras semanas de enero de 2003. La noticia coincidió con el recorte de estimaciones llevado a cabo por los analistas de Morgan Stanley para los principales fabricantes europeos.

Morgan prevé que Volkswagen y Peugeot ganarán en 2003 un 3% menos de lo esperado. Al tiempo recortó en un 4% las estimaciones de beneficios de DaimlerChrysler.

Los analistas de Credit Suisse son menos catastrofistas, aun así reconocen en un informe reciente que no esperan una mejora del sector en el corto plazo. Uno de los mercados más débiles es el alemán, con caídas en las ventas que van camino de prolongarse por tercer año consecutivo. La buena noticia, según Credit Suisse, es que puede haber tocado fondo.

En el banco suizo inciden en la importancia que representa EE UU para el sector europeo, y en concreto para los fabricantes alemanes, los más expuestos a ese mercado. Así, cualquier cambio de escenario económico en EE UU sería muy perjudicial.

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