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Semana Ibex

Los analistas recurren a las series históricas para no perder la fe

Los analistas más famosos de Wall Street pregonan en los últimos días que la historia sugiere que, cuando las Bolsas de Estados Unidos desarrollan una caída tan acentuada como la de los tres últimos meses, está próxima una recuperación. De julio a septiembre, en concreto, los principales índices de Wall Street cayeron un 15%.

Desde la Segunda Guerra Mundial, cada vez que el Standard & Poor's 500 cayó el 15% en un trimestre, se recuperó en los siguientes periodos de 3, 6, 12 y 24 meses.

Los analistas de Ned Davis Research señalan, como ejemplo, que todo el mundo recuerda que la caída del 23% que tuvo el índice en el cuarto trimestre de 1987, con motivo del crash de octubre, fue seguida por un alza del 12% en el transcurso de cuatro trimestres y del 43% en los dos años siguientes.

Hay analistas que comparan la situación actual con la de 1973-1974. El S&P 500 perdió un 26% en el tercer trimestre de 1974, con la dimisión del presidente Richard M. Nixon. Un año después, el índice subió un 32%; dos años después la subida fue del 66%.

Periodos bajistas anteriores son menos seductores. De 1929 a 1940, hubo 11 episodios más en que el S&P 500 tuvo una caída trimestral del 15%. En seis de esas ocasiones, las pérdidas eran aún mayores un año después.

Se trata, por tanto, de mantener la fe en la Bolsa, aunque los analistas más fríos recurren a otros métodos para dirigir sus movimientos en el mercado. ¿Qué puede esperarse, dicen, de unos mercados atenazados por el mal momento de sus valores líderes? Bancos y eléctricas, que son los que más pesan, siguen en el ojo del huracán.

Hay motivos suficientes para que la atención de los inversores sea intensa en ambos sectores. Los bancos estadounidenses, por ejemplo, tienen en 2002 más deudas incobrables que en los últimos 10 años, porque las compañías de cable y telecomunicaciones, además del incremento de la morosidad, los han puesto contra las cuerdas.

Lo mismo sucede con la banca alemana, a la vez que la española sigue enredada en la tela de araña latinoamericana. En las eléctricas, el endeudamiento pasa ahora la peor factura.

La banca de inversión, bajo sospecha

Merrill, Goldman, Salomon, por citar casos recientes, siguen bajo sospecha. Si analizas, no operes. Si operas, no analices. Esta será la máxima que pronto regirá en la nueva Bolsa, la que nacerá cuando terminen los procesos regulatorios en marcha, tanto en Estados Unidos como en Europa. A nadie se le escapa, visto el cúmulo de fiascos de los últimos dos años y medio, que los grandes bancos de inversión del mundo, principalmente los anglosajones, han estado en misa y repicando; juez y parte, que dicen otros.El regulador alemán ha tenido que tomar cartas en el asunto del Commerzbank esta semana y ha abierto una investigación para certificar si los rumores e informes de bancos, como Merrill Lynch, tumbaron el valor en los últimos días. Muy comentada fue, asimismo, la singular apreciación que hizo este banco de inversión al día siguiente de la celebración de las elecciones en Brasil al recordar a sus clientes, por si para entonces no lo sabían, que el SCH era el más expuesto en ese país. Pero hay más casos. Las investigaciones continúan.

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