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Las compañías exigen a sus empleados lealtad y capacidad de comunicación

Los graduados españoles con experiencia laboral opinan que la lealtad, la honestidad y la capacidad de comunicación se encuentran entre las características que más valoran los empresarios en el desarrollo de su trabajo.

Las empresas también requieren a sus trabajadores asumir responsabilidades y tomar decisiones, habilidad para resolver problemas, adaptabilidad y predisposición a involucrarse en el trabajo.

En cuanto a los resultados obtenidos en el resto los países de la encuesta Cheers, que recoge el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicos (IVIE), las competencias más valoradas por las empresas son, por este orden, la habilidad en la comunicación oral, la capacidad para resolver problemas y la capacidad para trabajar independientemente, bajo presión o en equipo.

El estudio señala, además, que ninguna de estas competencias es estrictamente un conocimiento. Se trata, más bien, de aptitudes o de comportamientos personales.

Entre las competencias menos requeridas figuran algunos de los aspectos que se pueden considerar como conocimientos. El último lugar lo ocupa el dominio de idiomas extranjeros, el penúltimo las habilidades manuales y el antepenúltimo la comprensión de sistemas sociales, organizativos y técnicos. Los graduados españoles sitúan la capacidad de comunicación, la lealtad y la honestidad en el primer puesto de las competencias requeridas, mientras que en el resto de países sólo alcanza la posición 13ª.

El conocimiento de métodos en un campo específico, que en el caso español ocupa el puesto 20, se encuentra en el conjunto de participantes en el puesto 30.

Por el contrario, los graduados europeos y japoneses experimentan en sus trabajos unos niveles de requerimientos muy superiores a los que se tienen en España en características como el trabajo bajo presión y, muy particularmente, capacidad de trabajar independientemente. En el liderazgo se incluyen aquellas competencias relacionadas con la iniciativa, la firmeza, la comunicación oral o la capacidad para asumir responsabilidades, junto con la habilidad en la negociación y la capacidad de liderazgo propiamente dicha.

La capacidad organizativa de los graduados, según el citado estudio, no alcanza tan siquiera la media de tres puntos. Este factor hace referencia a la habilidad de un graduado para entender el funcionamiento de una organización y trabajar en su seno teniendo en cuenta todos los aspectos relevantes de las decisiones.

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