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Aerolíneas

Listas para el despegue

Los resultados de las aerolíneas confirman el acierto de los planes de reestructuración. El sector, sin embargo, acumula una caída del 21,36% desde marzo. Los expertos creen que el mercado premiará a las compañías cuando mejore el tráfico aéreo

Los planes de reestructuración acometidos por las compañías aéreas europeas como consecuencia de los efectos que los atentados de Nueva York y Washington y la desaceleración económica tuvieron sobre el tráfico aéreo empiezan a dar sus frutos. Iberia, por ejemplo, ha ganado en el primer semestre 71,3 millones de euros, frente a los 6,2 millones de euros de beneficios del mismo periodo de 2001; Lufthansa ha mejorado en un 25% su previsión de resultados para este ejercicio, y el beneficio neto de British Airways en el primer trimestre de su año fiscal (finalizado en junio) se ha incrementado en un 54%. La clave de estos buenos resultados se encuentra en la purga acometida por las compañías, que incluye medidas como: contención de gastos, recortes importantes en las plantillas, disminución de la capacidad, abandono de rutas no rentables y potenciación de las alianzas.

No obstante, todos estos esfuerzos de las aerolíneas por sanear sus balances no han tenido de momento reflejo en su cotización. El sector fue uno de los que rebotó con más fuerza tras el 11-S, en parte porque fue de los más castigados y también porque ya estaba muy penalizado antes de los atentados debido al efecto que el enfriamiento económico podía tener en un negocio tan cíclico como el transporte aéreo. Sin embargo, desde los máximos obtenidos el pasado mes de marzo el sector ha caído un 21,36%. Los expertos, que aplauden el éxito de los planes de choque de las aerolíneas, achacan, sobre todo, la caída de los títulos de los últimos meses a factores externos. 'Las irregularidades contables de algunas compañías, la amenaza de guerra y nuevos atentados y la debilidad del sector aéreo en EE UU han lastrado al sector', comentan los expertos de Schroders Salomon Smith Barney (SSSB).

La mejora de los fundamentales, junto con este castigo sufrido en Bolsa llevan a los analistas del banco de inversión a apostar por este sector como uno de los de mayor potencial de revalorización (prevén una subida media del 46%): 'Aunque no se produzca una recuperación económica el próximo año, el conjunto del sector ofrece una valoración muy atractiva. Los precios de los títulos podrían incluso doblarse en 2003'. Las compañías aéreas europeas, según SSSB, cotizan con un descuento del 55% respecto al valor neto de mercado de sus activos, un nivel no visto desde el 11-S, y en términos de PER (relación entre el precio y los beneficios) cotizan a 10,2 veces las ganancias de 2003. A pesar de estos precios, desde SSSB no esperan grandes rallies a corto plazo: 'Tras las subidas posteriores a la publicación de los resultados, es improbable un despegue prolongado de las aerolíneas hasta que la recuperación económica no sea más visible. El principal catalizador debería ser la recuperación del tráfico aéreo, no esperado hasta comienzos del año que viene'. A corto plazo los analistas de esta firma prefieren las compañías con alta exposición al negocio de carga y a las rutas asiáticas y del Atlántico Norte. 'British Airways, KLM y Lufthansa son los valores más atractivos, mientras que Air France y Ryanair son apuestas para el largo plazo', comentan.

Los analistas creen que Iberia cotiza a un precio atractivo, pero señalan que es un valor para el medio plazo. A corto prefieren British Airways, KLM y Lufthansa

Iberia, que es la aerolínea europea con mejor evolución en Bolsa en 2002 (ha subido un 53%), también es un valor recomendado por las casas de análisis, sobre todo para el medio-largo plazo. 'Su valoración sigue siendo atractiva. Cotiza con un descuento del 45% respecto al valor neto de mercado de sus activos y su PER es más bajo que la media del Ibex. Sin embargo, a los riesgos inherentes a todo el sector (exposición al ciclo, competencia de las aerolíneas de vuelos baratos, volatilidad del precio del combustible, presiones sindicales y la amenaza de atentados), Iberia presenta un factor propio como es su elevada exposición a Latinoamérica (18% de sus ingresos)', comentan desde SSSB. Su precio objetivo para la aerolínea es de 2,2 euros, un 30,17% más que su valor actual. Credit Suisse también coincide en que Iberia, a pesar de su atractiva valoración (le conceden un potencial del 12,42%), es una apuesta para el medio plazo: 'Nuevas subidas sólo pueden estar justificadas una vez que se conozcan las consecuencias financieras de su plan estratégico para el periodo 2003-2005'.

Las compañías se posicionan para los cambios en el sector

 

 

Los sucesos del 11-S han marcado un antes y un después para el sector del transporte aéreo. Los expertos creen que el futuro de este negocio, aparte de los planes de ajuste que están acometiendo la mayoría de las compañías, pasa por una reordenación del mismo, bien reforzando las alianzas ya existentes, bien creando nuevas alianzas, bien mediante fusiones y adquisiciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La necesidad de ahorrar costes y la amenaza que supone para las compañías aéreas de bandera la competencia cada vez mayor de las aerolíneas de vuelos baratos han obligado ya a algunas empresas a tomar posiciones de cara a la futura transformación del sector. Uno de los primeros movimientos en este sentido ha sido el amplio acuerdo suscrito entre British Airways e Iberia a finales del pasado mes de julio (ambas son miembros de la alianza Oneworld y la compañía británica es uno de los mayores accionistas de Iberia, con un 9% del capital).

 

 

 

 

 

 

 

El principal punto de este acuerdo es la puesta en marcha a partir del próximo otoño de los códigos compartidos entre Madrid y Londres, lo que permitirá a las compañías implicadas comercializar sus billetes para una determinada ruta, aunque sea su aliado el que haga finalmente el vuelo. Este mecanismo permitirá a ambas aerolíneas un aumento de la capacidad comercial y un control de los costes más eficaz.

 

 

 

 

 

 

 

Por el momento, los analistas apuestan, más que por las fusiones entre aerolíneas, por el desarrollo de las grandes alianzas internacionales existentes, como son el caso de Oneworld, Star Alliance (Lufthansa y SAS) o Wings (KLM y Northwest Airlines).

 

 

 

 

 

 

 

Sin embargo, no descartan que a medio plazo, si persiste, la crisis desate una ola de concentraciones.

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