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Rentabilidad

Nueva oportunidad para el micropago

La ola de quiebras de compañías de pagos en la Red constata que el mercado aún no está maduro. El pago por móvil puede ser una salida para estas empresas

El listado de experiencias fallidas -o recicladas- reafirma en los anales de la historia de Internet el suma y sigue, que a estas alturas de la pompa de jabón tecnológica sorprende a pocos: los gurús que vaticinaban micropagar hasta el agua a través de la Red prefieren pasar página y buscar nuevas posibilidades para un mercado que topa con demasiados obstáculos. El rechazo de los usuarios a que sus datos financieros naveguen sin rumbo por la Red, las desproporcionadas comisiones de los medios de pago y la exigencia de nuevas estrategias para el mercado de los dispositivos móviles frenan la expansión de los micropagos.

Uno de los primeros sistemas de micropago popularizados en el mercado internacional, PayPal (algo así como 'Paga, colega'), fue adquirido el mes pasado por la mayor empresa de subastas en la Red, EBay, sitio desde el que PayPal había obtenido el ejercicio pasado el 60% de sus beneficios.

De los sistemas surgidos en la eclosión de la nueva economía, PayPal es una de las contadas fórmulas de micropago que puede congratularse de haber sobrevivido al naufragio. Flooz.com, compañía dedicada a los micropagos y dinero electrónico, se acogió a la ley de la bancarrota hace un año. La nula receptividad de los comercios a implicarse en el negocio de las tarjetas prepagadas Jalda salda esta iniciativa europea de World Online con más pena que gloria. Los originarios sistemas como CyberCoin, de CyberCash, Digicash, Mondex o VirtualPIN no tuvieron un final más heroico.

Sin embargo, los actores implicados en generar sistemas de pago siguen celebrando tormentas de cerebros para hacerse con un hueco en un mercado, el del B2C, que el pasado año movió en España, según la AECE, 525,12 millones de euros. La tendencia del comercio electrónico, por un lado, está al alza, y por otro, el fin del gratis total en la Red es el acicate de un número creciente de sitios de contenidos para poner ojos golosos ante nuevas propuestas de micropago.

Un problema que se presenta en el cobro de los contenidos y servicios en Internet es la falta de hábito del usuario online, acostumbrado a recibirlos de forma gratuita. En el estudio de Accenture Competir en la Nueva Economía. Claves de æpermil;xito y Perspectivas de Futuro, se especifica que el 60% de los internautas estarían dispuestos a pagar por contenidos y servicios en la Red siempre que se ofrezcan a un precio razonable y le aporten valor adicional, siendo la forma de pago preferida la de suscripciones, con un 27% de los usuarios potenciales.

En este sentido, hay experiencias empresariales de éxito. El grupo Segundamano, perteneciente a la multinacional Trader.com, transformó la gratuitad de sus contenidos al micropago en julio del pasado año, de tal modo que el usuario debe efectuar micropagos telefónicos para conseguir el de contacto relativo a cualquier anuncio. Los tres millones de euros facturados el pasado año confirman la rentabilidad del sistema. 'Se trata de un sistema por 906 que ha incorporado también mensajes cortos SMS, bajo el concepto de que encontrar la información no cuesta dinero, sino que se paga directamente por aquello que se consume', explica Carlos Frías, director general de operaciones de Segundamano.

La promesa de los micropagos se enfoca ahora a la telefonía móvil. Según un informe de la consultora Forrester Research, 220 millones de europeos, un tercio de la población, usarán en 2004 su teléfono celular para acceder de forma habitual a Internet. También señala que el 90% de las empresas de comercio electrónico tiene previsto implementar servicios y estrategias específicos dirigidos al mercado móvil. Las estimaciones apuntan a cifras de negocio astronómicas, con cifras cercanas a 4.000 millones de dólares en 2006.

En el mercado español, el elevado número de abonados a telefonía móvil, con 29,5 millones en 2001 según el Ministerio de Ciencia y Tecnología y una tasa de 70,7 abonados a telefonía móvil por cada 100 habitantes (muy superior a cualquier referencia de acceso a la Red a través de equipos fijos), hace que las previsiones sean muy optimistas.

El reclamo de este mercado aún semivirgen ha motivado que las grandes del sector se agrupen a la búsqueda de crear estándares fiables e imagen de marca. Mobipay, una iniciativa apoyada por las grandes operadoras de telecomunicaciones y todas las entidades bancarias españolas, excepto La Caixa, convierte el teléfono móvil de los clientes en un habilitador de medios de pago. El funcionamiento se basa en vincular el celular mediante un número secreto a una cuenta bancaria asociada, de tal modo que puedan efectuarse todo tipo de pagos y transferencias.

'Su nicho de mercado son los entornos que no estaban cubiertos con el pago mediante tarjetas de crédito. Con este sistema las transferencias de pequeño importe se realizarán con más facilidad y eficiencia', explica Jesús Ortega, director del proyecto de movilidad de Mobipay. Sin embargo, la iniciativa considera que no se entrará en pagos que por su mínimo importe no hagan rentable la transacción, que incurre en costes para la entidad financiera (por el procesamiento de la transacción) y el del propio enrutador (Mobipay).

En la misma tendencia, el grupo Deutsche Bank ha lanzado el sistema de pago por móvil Paybox, que vinculando el número de móvil a la cuenta corriente del usuario, protegida con un código secreto, permite enviar, recibir dinero y pagar desde el celular. El servicio habilita a los usuarios registrados a realizar pagos en Internet, pagar facturas o conseguir condiciones preferentes en los comercios online asociados.

EBankinter también ha entrado en este mercado con EPagado, un nuevo sistema de pago a través de correo electrónico que permite el envío de dinero entre particulares y pago electrónico por compras en los comercios adheridos al sistema. 'La idea ha sido diseñar un sistema de pago exclusivamente para Internet, que incluye una nueva plataforma de cobro para los comercios que permite aceptar pagos desde céntimos de euro, muy competitiva con los sistemas de pago actuales', explica José Luis Estrada, responsable de EPagado.

La iniciativa, como sucede con Mobipay o Paybox, ha tomado como referencia las oportunidades de negocio que se desprenden de un entorno, el del comercio electrónico, donde más del 36% de los pagos sigue haciéndose contra reembolso, y casi un 50% por tarjeta, con los costes añadidos para los comercios y las pérdidas de negocio que implican los factores de desconfianza y repudio al pago virtual de una masa crítica prácticamente virgen en las transacciones online.

El miedo a dar los datos bancarios

 

La tendencia de defunciones y nacimientos en el universo de los micropagos confirma que los tiros van ahora por grupos consolidados, con imagen de marca que posibilite la confianza del potencial usuario. De hecho, la falta de confianza en el sistema de pagos y el temor a facilitar los datos personales a través de Internet son los principales obstáculos para el desarrollo del comercio electrónico en España, según el último estudio de la Asociación Española de Comercio Electrónico.

 

 

 

 

 

 

 

La desconfianza en el sistema de pago es la dificultad más importante para el 23,2% de las empresas españolas para vender en Internet. También desde el punto de vista de los internautas compradores, la desconfianza en el proceso de pago de los productos, bien en la etapa de facilitar los datos personales por la Red (19,6% de los usuarios), bien por la falta de confianza en el sistema de pagos, para el 18,6%, es uno de los principales factores de repudio a realizar compras online.

 

 

 

 

 

 

 

La prensa online continuará encabezando la lista de sectores susceptibles de incorporar fórmulas de micropago para su rentabilidad, según los expertos. Especialmente en el mercado norteamericano el sistema de micropagos lleva varios años, aunque con éxito dispar. Según un estudio de la consultora Jupiter MMXI, el 78% de los ejecutivos de la industria periodística de EE UU y de Europa tiene previsto cobrar por parte del contenido online de sus publicaciones en 2003. Pero el problema es que, según este estudio, un porcentaje elevado de consumidores de prensa online, el 69%, no está dispuesto a pagar por su consumo.

 

 

 

En un informe de la Innovation International Media Consulting Group sobre 429 periódicos online en el mundo, se determinó que el 17% son rentables y un 25% se encuentra en equilibrio financiero. Sin embargo, sólo el 4% de los periódicos obtiene de pagos directos de lectores más del 10% de ingresos. Para el 85% de las cabeceras, la única fuente de ingresos es la publicidad.

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