La inflación contenida da margen al BCE para no subir hoy los tipos
Los responsables económicos y monetarios de la zona euro aseguran que el desplome de las Bolsas no causará tantos daños a Europa como a EE UU, porque hay muchos menos ciudadanos con sus ahorros invertidos en acciones. Sin embargo, los analistas avisan de que el descalabro bursátil está dañando la confianza de empresarios y consumidores, y ello puede traducirse en recortes de la producción, las inversiones y la generación de empleo.
En España, los índices de confianza de los consumidores y del comercio minorista descendieron en junio. El propio Gobierno reconoce que la pérdida de confianza de los inversores es más dañina para la recuperación económica que los descensos en Bolsa.
Además de este leve repunte inflacionista, ayer surgieron otros signos de pesimismo en las principales economías europeas, ya que el paro aumentó en Francia hasta el 9% de la población activa y las ventas minoristas cayeron en Alemania un 5,2% respecto a junio del pasado ejercicio.
Sin embargo, este panorama no parece que preocupe en exceso al BCE -que tras la revisión de hoy no volverá a evaluar los tipos hasta septiembre-, dado que la inflación europea está aún dentro de los niveles de tolerancia fijados por el BCE (2%).
Michael Schubert, economista del Commerzbank de Francfort, ha señalado que la amenaza de repunte de la inflación proveniente del aumento de la masa monetaria y del aumento de los salarios, sumado al riesgo de la desestabilidad de los mercados, pueden dañar a corto plazo la inversión y la producción.
'El BCE está indeciso porque no sabe cuáles de esos riesgos potenciales se harán reales', añadió.
Esta indecisión es, precisamente, la que con toda probabilidad llevará hoy al BCE a ejercer una vez más su habitual prudencia y mantener los tipos de interés en el 3,25% actual.
Pese a todo, los bancos centrales de Canadá, Suiza, Suecia y Singapur han advertido que si continúa el desorden de los mercados financieros, la confianza de consumidores y empresarios podría debilitar o retrasar las expectativas de recuperación de la economía.
En el marco internacional, los bancos de inversión estadounidenses también han rebajado sus previsiones de crecimiento de la zona euro para el próximo año del 3,1% al 2,6%.
Futura revisión del FMI
En esta misma línea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya ha anunciado que podría reducir sus previsiones de avance de la economía de la zona euro fijadas en el 1,4% para este ejercicio y en el 2,9% para el año próximo.
Por otra parte, el Consejo Económico y Social (CES) -órgano consultivo del Gobierno- señala en su último boletín de coyuntura que el incremento de la inflación subyacente, en junio en el 4,1% en tasa interanual, introduce 'factores de preocupación' sobre la existencia de 'problemas estructurales' para controlar la inflación.
En opinión del CES, este incremento supone aumentar el diferencial de inflación con la UE y la zona euro, pese al alza inflacionista de ayer, y por lo tanto un deterioro de la capacidad competitiva en precios de la economía española respecto a los países europeos, que reciben en la actualidad el 72,1% del total de las exportaciones españolas.
'La repercusión de este deterioro de los precios relativos, de la menor capacidad para competir en exportaciones vía precios, se percibirá a medio plazo', advierte el CES en su último informe.