Repsol YPF reducirá más de 410 millones su deuda por la colocación de Enagás
La colocación del 65% del capital de Enagás entre inversores institucionales y minoristas reducirá el endeudamiento financiero de Repsol YPF entre 410 y 450 millones de euros en los próximos días. De esas cifras, 150 millones corresponderán a la desconsolidación porcentual de la deuda de la empresa propietaria de las infraestructuras gasísticas, que se eleva casi a 1.000 millones de euros, mientras que unos 265 millones serán los ingresos correspondientes a la petrolera que preside Alfonso Cortina por la venta de las acciones. Enagas está actualmente controlada al 100% por Gas Natural, que, a su vez, está participada en un 24% por Repsol YPF.
Y ésa no ha sido la operación que más ha impactado en Repsol YPF, la quinta petrolera europea, cara a su objetivo de reducción de su deuda financiera. Además del recorte gradual hasta los porcentajes pactados de su participación en la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), la disminución de su presencia en Gas Natural es la que ha tenido un peso más significativo en ese proceso. La venta de un 23% de la citada compañía gasista redujo la deuda financiera, tanto por los ingresos como por la desconsolidación, en 4.677 millones, con unas plusvalías por 840 millones de euros. De esa forma y tras esa operación, el endeudamiento financiero de la petrolera quedó en 11.992 millones de euros frente a los casi 16.700 millones del cierre de los resultados del primer trimestre de este ejercicio.
No obstante, la obtención de ingresos y plusvalías, así como la desconsolidación de deuda no han sido el único sistema utilizado por la petrolera para recortar su endeudamiento financiero, cuyo nivel ha sido uno de los temas más criticados por los analistas bursátiles y de los bancos de negocios.
Recorte de costes
Repsol YPF ha basado, asimismo, su plan de mejora de los ratios financieros en la contención de los costes, la reducción de las inversiones y el recorte de los dividendos. El conjunto de esos aspectos, junto a las desinversiones, ha vuelto a acercar a la petrolera a los niveles anteriores a la compra de la argentina YPF. La relación tradicional entre deuda neta y fondos propios más deuda neta e intereses minoritarios se situaba entre el 30% al 35% antes de la citada operación, tras la cual el ratio se elevó al 73%.
Esta relación bajó posteriormente al 51% y se fijó como objetivo llevarla al 43,5% en el año 2001 y recuperar el 30% al 35% en el horizonte de los años 2004-2005. Algunas de estas metas, tanto las que se refieren a la mejora de los ratios como al recorte de la cuantía de la deuda, se enfrentaron a diversos obstáculos como la disminución de los recursos generados y la baja de la cotización del euro respecto al dólar. Así, por ejemplo, en el primer trimestre del año 2001, la caída de los precios del crudo redujo el cash-flow a 5.729 millones de euros frente a los 6.200 millones del mismo periodo del ejercicio precedente. Pero, en paralelo, se produjo una contención de las inversiones que ascendieron a 6.000 millones en el año 2000 y a 4.800 millones en 2001. Y ya en el primer trimestre de 2002, el cash-flow neto ascendió a 1.154 millones, las inversiones a 720 millones, mientras que se obtuvieron 417 millones por las desinversiones y se destinaron 304 millones al pago de dividendos. El efecto de la devaluación del euro respecto a la divisa estadounidense fue negativo en ese periodo por 369 millones de euros.
Deuda al 50%
En el contexto del segundo trimestre de 2002, se han registrado algunos aspectos más positivos, como la evolución al alza de la moneda europea respecto al dólar con un impacto que los analistas cuantifican en casi 1.000 millones. Esa circunstancia se une a la decisión de contener de las inversiones y a la anulación del pago del dividendo complementario.
El conjunto de estos factores, además de las desinversiones citadas, permitirá reducir la deuda financiera a unos 10.000 millones de euros, un 50% menos que un año antes. En esta previsión, según los mismos medios, no se tiene en cuenta el cash-flow libre del que dispondrá la petrolera. Para algunos analistas éste es el tema más positivo de la evolución reciente de Repsol YPF, por delante del efecto de las recientes medidas del Gobierno argentino respecto a las disponibilidades de las exportaciones de crudo.