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Crisis

El Gobierno argentino generaliza el impuesto a las exportaciones

El Gobierno argentino iniciará hoy las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con casi todos los deberes hechos. A última hora del martes aprobó un plan fiscal y financiero que generaliza el impuesto a las exportaciones, mejora la capacidad recaudadora del Estado y flexibiliza en parte el corralito financiero. El Presupuesto para 2002 también quedó aprobado.

Apenas horas antes de la llegada de la misión del FMI a Buenos Aires, el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, presentó una batería de medidas fiscales y financieras para ¢tratar de dar inicio a un proceso de recuperación¢ de la economía argentina.

Las medidas sientan las bases de una reforma fiscal, destinada a ampliar las bases tributarias, combatir la evasión y mejorar la recaudación. Se trata, además, de uno de los requisitos impuestos por el Fondo al Gobierno antes de negociar una posible asistencia financiera, según desgranó la semana pasada en el Congreso español el secretario de Comercio, Juan Costa.

Entre las medidas fiscales, destaca la generalización del impuesto (retención, según el Gobierno) a las exportaciones, aunque con diferentes tipos dependiendo de los productos. Se mantiene el 20% para las ventas del crudo al exterior y del 5% a sus derivados y se establece un tipo del 10% para las materias primas y del 5% para las manufacturas. Estas dos últimas medidas proporcionarán unos 1.400 millones de dólares (1.610 millones de euros) anuales, destinados a financiar proyectos sociales.

El presidente argentino justificó ayer estas medidas al asegurar que ¢el único sector favorecido hoy es el sector exportador¢, que ha visto mejorada su capacidad competitiva tras la devaluación del 28,5% aprobada en enero. El Gobierno explicó que las medidas tienen carácter transitorio, pero no evitó el rechazo generalizado de los empresarios al plan.

Flexibilizar el §corralito§

En la parte financiera, el Gobierno aprobó una cierta flexibilización del denominado corralito bancario, ¢lo máximo que podemos hacer¢, según Remes. Los ahorradores podrán optar por tres bonos (dos en dólares a 10 años y uno en pesos, a cinco años) por un monto no mayor a 30.000 dólares (34.500 euros) y hacerse con el efectivo al venderlos en el mercado. Los bonos en dólares sólo podrán comprarse con depósitos originalmente denominados en esa moneda y se podrá suscribir esta emisión hasta finales de mes.

Para tratar de apuntalar al maltrecho sistema financiero, el Gobierno también anunció la emisión de otro bono por 14.000 millones de dólares (16.100 millones de euros) para compensarles por la devaluación del peso, aunque no ofreció más detalles.

La voluntad del Gobierno de cumplir las exigencias del FMI quedó, además, de manifiesto al aprobar ayer el Senado el Presupuesto para 2002 en una sesión de urgencia.

El plan también desvela el creciente peso de Remes Lenicov dentro del Gabinete. Duhalde confirmó el lunes su intención de aplicar un impuesto especial a las empresas privatizadas, una medida que contaba con la oposición de Remes y del titular de Producción, José Ignacio de Mendiguren, y de los organismos internacionales. Finalmente, la medida queda descartada, aunque se deja la puerta abierta a la posibilidad de gravar de alguna manera a las empresas beneficiadas por la devaluación del peso, que serían aquellas cuyas deudas se han visto pesificadas.

Una vez hechos los deberes, Duhalde se entrevistó ayer con un oficial del Departamento de Estado de EE UU, Marc Grossman, que le expresó el apoyo de Washigton a su Gobierno. ¢[Grossman] fue muy categórico en el sentido de plantear que su presencia era expresión de una instrucción del presidente de EE UU, de una decisión muy fuerte de apoyo a Argentina en esta crisis¢, dijo el embajador argentino en EE UU, Diego Guelar,

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