La demanda de vivienda nueva se mantiene estable, según los expertos
Después de un extraordinario cierre del año, con un mes de diciembre de fuertes ventas y un leve repunte de los precios, la demanda de vivienda nueva se ha mantenido firme durante enero y febrero, en especial en las grandes y medianas capitales, según los expertos. Sólo en puntos muy concretos, como el noroeste peninsular, comienza a producirse un exceso de oferta que, por ahora, no abarata los pisos.
El comportamiento del sector inmobiliario en el último año ha sorprendido a quienes mejor lo conocen, los promotores. A pesar de que ya en la primavera de 2001 se detectaron síntomas de agotamiento en la demanda de vivienda, tanto nueva como usada, el último trimestre volvió a recuperarse, lo que se tradujo en nuevas tensiones de precios, hasta cerrar el ejercicio con un encarecimiento medio del 15,4%.
A la espera de conocer datos oficiales, todos los expertos apuntan que es poco probable que 2001 finalice con 500.000 viviendas iniciadas y lo lógico es esperar una cifra en torno a las 470.000, muy lejos del consumo estructural del mercado español, que los analistas sitúan entre 250.000 y 300.000 viviendas.
'La producción del medio millón de casas de 1999 y 2000 era una auténtica locura para España, cuando países con mucha más población como Alemania y Francia no llegan a las 180.000 viviendas iniciadas en los mismos años', subrayó ayer el consejero delegado de Roan, José Luis Marcos, durante la presentación de los indicadores inmobiliarios Roan.
No obstante, el acceso al mercado inmobiliario de una enorme bolsa de demandantes con edades comprendidas entre 25 y 40 años que durante los pasados tres o cuatro ejercicios han consolidado su situación laboral y la favorable coyuntura de tipos de interés han sido los dos factores determinantes que explican un boom que ya cuenta con cuatro años de vida.
Desde el inicio de 2000, y después de que en 1999 los precios de la vivienda se encarecieran un alarmante 12%, los expertos han venido pronosticando el fin de la escalada alcista de precios, al tiempo que responsabilizaban a las distintas administraciones de no legislar en favor de que el suelo, principal materia prima del sector, salga al mercado, mediante su calificación como solar urbanizable, de manera ágil y abundante. Aun así, en 2000 las viviendas se encarecieron otro 14% y 2001 ha finalizado con incrementos medios del 15,4%. No es de extrañar por eso que la horquilla que barajen en la actualidad los principales expertos del sector sea desde el 3% hasta un 12%.
Mientras se confirman unas u otras cantidades, la realidad es que ni siquiera los elevados precios parecen desanimar a los demandantes de vivienda, en especial el segmento de residencia habitual. 'Y es que mientras continúe creciendo el empleo y los tipos de interés se mantengan bajos, quienes necesiten una vivienda y puedan pagarla seguirán haciéndolo', añadió José Luis Marcos. El consejero delegado de Roan recordó que los análisis del sector aseguran que el consumo medio de vivienda nueva se sitúa entre 5.000 y 5.500 casas por cada millón de habitantes, 'aunque nadie se ha atrevido a cuantificar por ahora el efecto que comienza a tener en este mercado la inmigración'. Desde esta empresa inmobiliaria se asegura que los inmigrantes que consiguen cierta estabilidad en sus empleos están empezando a adquirir viviendas usadas en los cascos antiguos de las grandes ciudades, que son los inmuebles cuyos precios pueden pagar. 'De ahí que sea necesario estimular la construcción de viviendas protegidas para atender esta demanda, sobre todo porque más de un millón de inmigrantes entran cada año en nuestro país', señaló Marcos.
En cuanto a la sobreoferta, Roan afirma que ésta se está registrando en Galicia, Asturias, Valladolid y alguna otra capital del noroeste peninsular, dado que son áreas donde no había planeamientos urbanísticos aprobados a principios del boom y, en cuanto se otorgaron las licencias para edificar, los promotores se lanzaron a construir sin medida, 'por lo que ahora, finalizadas las promociones, comienzan a tener problemas para vender todos los pisos'.
Por otra parte, respecto a la evolución del subsector de los apartamentos turísticos, después del desplome que sufrió la demanda de este producto a partir de septiembre, con motivo de los atentados contra EE UU, en febrero parece haberse empezado a recuperar, lo que augura un suave repunte de este mercado, muy sensible a las crisis económicas, al tratarse de un bien de lujo y no de necesidad, como es la vivienda habitual.
Por último, en cuanto al mercado de oficinas y naves industriales, Roan estima que se asiste a una coyuntura especialmente delicada, porque la oferta comienza en numerosos enclaves a superar a la demanda y, en concreto, en los grandes polígonos industriales, el parque actual necesita una urgente modernización.