Estructuras combinadas
Otra variedad de garantizado consiste en combinar una revalorización punto a punto, donde la opción es estándar, por lo que devuelve a vencimiento el precio final del subyacente, con un activo de referencia formado por dos índices
Las estructuras garantizadas están de moda y en los últimos días siguen apareciendo formas de inversión muy atractivas que permiten garantizar la mayor parte o todo el capital invertido inicialmente, y una rentabilidad asociada a la revalorización de una acción, índice, cesta de acciones, fondos de inversión o de una combinación de índices.
En otros artículos hemos comentado cuál es la composición y cómo se consiguen estos objetivos de los garantizados donde se fija un plazo para conseguirlos. Así como es fácil de entender que garantizar el capital se consigue invirtiendo en renta fija, cómo se obtiene la rentabilidad propuesta es menos intuitivo. El ejemplo de hoy es una de las variedades que hemos explicado, pero combina muy bien dos de los tipos, ya que se trata de una revalorización punto a punto, a diferencia de las lanzadas más a menudo, que son revalorizaciones media y el activo de referencia es una combinación de dos índices.
Supongamos que la estructura que queremos conseguir es de la siguiente manera: garantizar el 100% del capital invertido inicialmente y algo de la revalorización que tenga la siguiente combinación: 50% del Euro Stoxx 50 y 50% del Ibex. El primer paso es calcular los datos de la opción de compra (call) que nos va a permitir dar la subida. Este tipo de opción no cotiza en MEFF, y sólo se podría adquirir con un creador de mercado que nos la ofrecería a medida. Sin embargo, en MEFF sí que cotizan futuros sobre ambos índices y esto posibilita que la opción se pueda simular si se dispone de la calculadora financiera adecuada. Nuestro objetivo en este artículo es explicar cómo se construye este tipo de garantizados.
Lo primero que debemos determinar es el plazo o vencimiento de la estructura. A mayor plazo, más intereses conseguiremos con la renta fija, permitiendo que se pueda pagar más por la prima de la opción. Una vez fijado el plazo hay que calcular la volatilidad, que es el parámetro más importante que influye en el precio de la opción. Como se trata de una composición de dos índices, una de las maneras de obtener la volatilidad es calcular una volatilidad histórica: una cartera formada la mitad por el Ibex y la otra mitad por Euro Stoxx 50 basada en datos pasados. Para una volatilidad histórica de 22,39%, el precio de la opción es del 16,258%, para un plazo de tres años (at the money). Suponiendo que con la renta fija pudiésemos obtener un 3% anual, conseguiríamos un 12% acumulado en los tres años de plazo. Esto supone que no podemos invertir el 16,258% del capital inicial que vale la opción sino sólo un 12%. Comprando el 12% de nuestro capital inicial en la opción que necesitamos sólo conseguiremos dar el 73,8% (12%/16,258%) de la subida de una cartera 50% Ibex 35 y 50% Euro Stoxx, que está muy bien. Sin tener en cuenta las comisiones, conseguimos un garantizado 100%+73,8%.
Mayor prima a cambio de más seguridad
Debido a que devolvemos una rentabilidad punto a punto, la opción es de tipo estándar, es decir, al vencimiento devuelve el precio final del activo subyacente (el subyacente es 50% Ibex+50% Euro Stoxx) menos el precio de ejercicio.
Si se tratase de una revalorización media, devolvería la media del activo subyacente (aritmética quincenal, o mensual... depende de cómo se defina) menos el precio de ejercicio fijado. Esto es importante porque el riesgo que se asume con cada una es diferente. En la primera depende únicamente del precio que el subyacente tenga al vencimiento en tres años, en este caso Ibex y DJ Euro (no importa que durante los años que dure el garantizado los índices hayan subido mucho, ya que si el último día caen por debajo del precio de ejercicio la revalorización sería cero), mientras que si se trata de una media mes a mes, sí que se está teniendo en cuenta la trayectoria del subyacente en el plazo que dura la estructura.
Una última aclaración es que en el caso de que la opción se compre a medida, el vendedor devuelve al vencimiento, en un escenario positivo, la revalorización del 50% Ibex y el 50% Euro Stoxx, ya que hemos pagado por ese derecho. Aunque se pague más por la prima, la tranquilidad es que al finalizar el plazo tenemos lo prometido. Si la opción se está simulando, se corren ciertos riesgos, ya que hay que ir ajustando el número de futuros de Ibex y del Euro Stoxx que se deben tener, y los giros del mercado pueden jugar malas pasadas. Este riesgo es mínimo cuando se trata de opciones que devuelven una media (la opción en este caso es asiática), ya que una media varía mucho menos y sólo implica reajustar el número de futuros cada día que se incluye un nuevo dato en la media.
Grandes beneficios con la 'call' de TPI
El buen comportamiento que ha experimentado el mercado de contado -el Ibex 35 ha cerrado la semana con una revalorización del 1,15%- ha hecho posible que los inversores que apostaron por un mercado alcista a través de las opciones de compra hayan terminado el periodo con beneficios.
Los más acertados han sido los que confiaron en la subida de TPI adquiriendo opciones de compra (calls). La subida del 7,95% de este subyacente ha permitido que la call se haya revalorizado un 70,83%. Todo ello gracias a que la prima (precio de la opción) ha pasado de los 0,24 euros a los 0,41 euros.
Pero este derivado no ha sido el único que ha hecho posible lograr importantes ganancias en el mercado de derivados. El ascenso del 2,61% de la acción del Banco Popular ha permitido que los inversores que apostaron por la subida de este subyacente, a través de la opción de compra, hayan conseguido una ganancia del 45,04% con la call.
Pero las ganancias no sólo han acompañado a aquellos que confiaron en una evolución positiva del mercado. Los inversores que apostaron por la caída del contado, a través de las opciones de venta (puts), han podido realizar beneficios. Eso sí, solamente aquellos que apostaron por los descensos de Acerinox, Altadis, Gas Natural, Telefónica y Unión Fenosa. De todos, los más afortunados han sido los que a través de la put confiaron en la caída del subyacente de Altadis. Mientras la acción ha caído un 2,58%, la put se ha revalorizado un 29,1%.