La locomotora europea
El inversor americano puede ver motivos para centrarse en el mercado europeo. Antonio Morales piensa que si esto sucediera, Europa estaría en mejor posición para despegar que EE UU
Capitulación. Hasta ahora, cuando hemos oído hablar de capitulación, lo hemos hecho casi siempre hablando de la salida masiva de los inversores del mercado, con las consecuencias en términos de rentabilidad negativa que este acontecimiento tiene sobre los índices. Recordemos, por ejemplo, lo que sucedió en los mercados después de los sucesos del mes de septiembre. Llevábamos ya muchos meses de recortes, muchos meses sufriendo por el comportamiento de las Bolsas, y adelantando las pesimistas previsiones sobre el crecimiento económico mundial; sin embargo, no fue hasta la semana siguiente a los atentados cuando se produjeron ventas masivas de activos de renta variable, cuando se empezó a hablar de 'capitulación'.
El ¡sálvese quien pueda! con el que hemos identificado siempre la capitulación de los inversores podemos trasladarlo ahora a otro ámbito mucho menos conocido y debatido.
No nos cansamos de hablar de diversificación, de lo que puede esto llegar a limitar el riesgo de nuestras inversiones, y de cómo los inversores españoles tienen que aprender de sus colegas del resto de Europa.
Es cierto que el inversor español ha sido uno de los más inteligentes durante años, ya que asumiendo un riesgo prácticamente nulo, alcanzaba rentabilidades a las que difícilmente se podía llegar asumiendo más riesgo. Recuerden las rentabilidades de las letras del Tesoro de hace apenas unos años.
¿Y qué pasa en Estados Unidos? Los americanos, junto con los británicos, han sido los más lanzados a la inversión en Bolsa; sin embargo, su diversificación geográfica ha sido bastante pobre, aunque bien es cierto que el porcentaje que representa EE UU en la capitalización bursátil mundial es la más importante, y no es menos cierto que la economía americana ha sido el motor del crecimiento mundial.
Bien, pues de este hecho podemos sacar conclusiones muy positivas para los europeos, para Europa en general.
Pensemos en un gran inversor americano. Supongamos que analice datos como el boom tecnológico de los últimos años, su repercusión en los índices, y las consecuencias económicas del estallido de la famosa burbuja, y que compare cómo ha afectado esta situación a Europa y a EE UU, cuál ha sido la inversión en tecnología en ambas zonas económicas durante los últimos años. El efecto riqueza ha tenido proporciones distintas, al haber tenido más repercusión en el inversor americano, donde la tasa de ahorro ha llegado a ser negativa, por ser su porcentaje invertido muchísimo mayor que en el europeo. A estos factores podemos unir la excesiva debilidad del euro, la valoración del mercado europeo más atractiva que la del americano, etc.
¿No les parece a ustedes que los americanos pueden llegar a ver en éstos, suficientes motivos como para centrarse y ver más atractivo el mercado en Europa?
Si esto sucediera, podríamos estar asistiendo a un cambio de tendencia en la manera de invertir de los americanos, y como primera consecuencia tendría que Europa estaría en mejor posición para despegar que la que ocupa EE UU.
Podríamos estar asistiendo a la capitulación, histórica, del inversor americano como inversor local. Y podríamos estar viendo también a Europa convertirse en la locomotora de la recuperación económica mundial. Incluso podríamos estar asistiendo a la recuperación del euro.