Opciones de venta para ganar con las caídas del mercado
Una de las ventajas más atractivas que se deriva de la negociación con warrants es la posibilidad de obtener altas rentabilidades aprovechando tendencias bajistas en los mercados. Para ello, el inversor debe operar con warrants de tipo put, es decir, opciones de venta sobre un activo subyacente a un determinado precio con unas condiciones predeterminadas.
Los warrants de tipo put ofrecen al inversor no sólo la posibilidad de ganar cuando el mercado baja, sino también establecer coberturas para contrarrestar una posible pérdida de valor de su cartera cuando los movimientos del mercado son adversos. Las estrategias de cobertura a través de los warrants put son una práctica extendida en los mercados de capitales. Vamos a centrarnos en este artículo en la posibilidad ganar con los warrants cuando el mercado baja, y dejaremos las estrategias de cobertura para otra ocasión.
Una tendencia bajista del mercado no debe significar para el inversor escasez de oportunidades de inversión si conoce con cierta profundidad el funcionamiento del mercado de warrants y en particular las posibilidades de los put. Si el inversor acierta con el movimiento del mercado, elige adecuadamente el strike o precio de ejercicio de la opción y su plazo de vencimiento y sigue con detenimiento su inversión las rentabilidades que puede obtener a través de este producto son realmente importantes.
Supongamos que un inversor decide adquirir 5.000 warrants put sobre el BBVA emitidos por Citibank, de strike 13,97 euros y con precio de compra en ese momento de 1,59 euros. La acción supongamos que cotiza a 13,41 euros. El desembolso del inversor habrá sido por lo tanto de 7.950 euros. El delta de este warrant en estas condiciones es del 50%, esto es, por cada euro que se mueva la acción y suponiendo las demás variables que afectan a los warrants constantes (paso del tiempo, volatilidad, dividendos y tipos de interés), el warrant se movería 0,50 euros. Esto es, si la acción del BBVA bajara hasta 12,41 euros, pasaría a valer sólo por delta 2,09 euros, lo que supone una rentabilidad de un 46%. Hay que precisar que la elección del subyacente en este ejemplo se ha hecho completamente al azar, y que en ningún momento queremos decir que las acciones del BBVA vayan a caer en el mercado.
Ahora bien, estas rentabilidades no deben cegarnos. Los warrants no han nacido para sustituir a las acciones, sino para ser su complemento. La base de la cartera de un inversor no debería fundamentarse en warrants, sino que deben servir para incrementar la rentabilidad media de una cartera compuesta por activos de menor riesgo, y por ende, también con menor potencial de rendimiento.