EE UU apunta a nuevos objetivos en Filipinas, Malaisia e Indonesia
La advertencia de EE UU a la ONU de que podría extender sus ataques a otros Estados va cobrando forma. El Pentágono ha filtrado su preocupación ante las conexiones de Al Qaeda, la organización que dirige Osama Bin Laden, con grupos extremistas islámicos del sureste asiático, donde las manifestaciones contra EE UU se intensifican.
Yakarta, la capital de Indonesia, concentró ayer por tercera jornada consecutiva a un millar de personas gritando consignas contra Estados Unidos. Además, un supuesto explosivo, finalmente compuesto por fuegos artificiales, y un aparato que los artificieros se llevaron para su investigación fueron retirados de una vivienda cercana a la Embajada británica en Yakarta.
Lo que sucede en Yakarta es similar, aunque en mayor número, a lo que sucede en otros países con fuerte arraigo de grupos extremistas islámicos como Filipinas y Malaisia. Todos ellos se perfilan ahora como los nuevos objetivos de la alianza internacional contra el terrorismo.
The New York Times informó ayer que "los objetivos futuros más probables" de la guerra contra el terrorismo lanzada por EE UU son "terroristas ligados a la red de Osama Bin Laden que tienen su base en Filipinas, Indonesia y Malaisia". El diario neoyorquino cita como fuente a representantes "oficiales" del Gobierno, que no identifica.
El embajador estadounidense ante la ONU, John Negroponte, ya comunicó el lunes al consejo de seguridad de Naciones Unidas que la ofensiva americana puede incluir "acciones adicionales frente a otras organizaciones y otros Estados". Y se ha especulado mucho con que EE UU ataque también Irak.
Sin embargo, las acciones en países que apoyan la coalición internacional contra el terrorismo seguramente se llevarán a cabo en cooperación con los respectivos Gobiernos.
Consultas previas
El presidente George Bush tendrá ocasión de discutir este asunto con los líderes de Filipinas, Malaisia e Indonesia durante la reunión de la APEC (Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, por sus siglas en inglés) que se celebra en Shanghai el 19 de octubre.
En todo caso, el principal socio de Bush en la ofensiva terrorista, el primer ministro británico, Tony Blair, aseguró ayer al resto de los aliados que la guerra contra el terrorismo iniciada por EE UU contra Afganistán no se ampliará más allá del régimen de Kabul sin una consulta previa.
Blair precisó que la primera etapa de la incursión militar tenía sólo como objetivo llevar a los responsables ante la justicia. "La segunda etapa es identificar dónde más opera el terrorismo internacional", explicó el líder británico.
Aunque este mensaje de tranquilidad se dirigía principalmente hacia los países árabes, donde se encuentra de gira, todo apunta a que la posible extensión del conflicto más allá de las fronteras afganas formará parte de una segunda fase de la guerra internacional contra el terrorismo.
La presidenta de Filipinas ya ha ofrecido a Estados Unidos toda su colaboración en las operaciones de ataque, pero trata por todos los medios de recabar su apoyo para la lucha que libra su Gobierno contra los extremistas de Abu Sayaf, uno de los grupos citados por EE UU por su conexión con las redes de Al Qaeda. Por ello, visitará Estados Unidos a finales de noviembre.
En cuanto a la ofensiva sobre Afganistán, el diario neoyorquino informó también ayer que tras los ataques con misiles habrá una segunda fase ejecutada por helicópteros Blackhawk volando a baja altura.
EE UU está desplegando un creciente número de soldados en la zona (tiene tropas en la vecina Uzbekistán), pero el Pentágono dice que por ahora no preparan una ofensiva terrestre (aunque no descartan esta posibilidad en el futuro).
Pese a los desmentidos, las palabras de Negroponte siguen resonando en todos los países árabes, como se demostró en la reunión de la Conferencia Islámica.
El presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, aseguró ayer que no permitirá que su país sea "la base de salida" contra otro país árabe y aseguró que por el momento han colaborado con Estados Unidos porque no les han pedido nada "demasiado molesto".
Bouteflika se prevenía, así, de las posibles acusaciones que pueda recibir Argelia, como los países del sureste asiático, de albergar en su seno terroristas ligados a Al Qaeda.
Un grupo integrista amenaza de muerte a Blair
Scotland Yard está investigando al grupo musulmán integrista Al-Muhairoun, de origen pakistaní pero con base en Londres, por supuestas amenazas de muerte contra el primer ministro británico, Tony Blair, informa Ana Hernando.
Abdul Rehman Saleem, uno de los portavoces de este grupo integrista, dijo que "cualquiera que atente contra la vida del primer ministro no será castigado bajo la ley islámica, sino alabado".
También añadió que los edificios gubernamentales, incluyendo Downing Street y las instalaciones militares británicas, "se han convertido en objetivos legítimos, tras los bombardeos de EE UU y el Reino Unido contra Afganistán".
La organización ha negado que se hayan producido estas declaraciones. "Tal vez se han sacado de contexto", señaló su líder, Sheikh Omar Bakri.
Los comentarios de Rehman Saleem se produjeron durante una entrevista telefónica con un periodista de la oficina en Londres de la agencia France Press, que fue grabada.
Scotland Yard señaló que estaba investigando las declaraciones y que "se tomarán las medidas que se consideren más adecuadas contra este grupo".
Blair, que inició ayer una visita de tres días a Oriente Próximo para recabar el apoyo árabe en las acciones contra Afganistán, dijo que no estaba preocupado por los comentarios.
Blair pasó el día de ayer con las tropas británicas, que se encuentran de maniobras en Omán, para infundirles ánimo.