La última batalla de China para entrar en la OMC
Después de 14 años de arduas negociaciones, China se encuentra en la antesala de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pero aún tendrá que esperar para cruzar el umbral de la entrada. Antes debe llegar a un acuerdo con Estados Unidos, con quien ha mantenido una dura batalla sobre los subsidios a los agricultores chinos. El pasado sábado el ministro de Comercio chino, Shi Guangsheng, afirmó que "las dos partes han llegado a un total acuerdo en las cuestiones pendientes", según informó la agencia china Xinhua. Las declaraciones se produjeron a colación de la entrevista que mantuvo con el secretario de Comercio de EE UU, Robert Zoellick, en Shanghai, quien confirmó el avance en las negociaciones. Ninguno de los dos aportó más detalles. Aunque otros países, como México o la UE, presentan aún reservas a su acceso, si las negociaciones con EE UU llegan a buen puerto, el resto iría rodado.
De ser cierto este acercamiento, supondría un giro de 180 grados en las infructuosas conversaciones que han mantenido hasta ahora y que estimularon cierto pesimismo en los círculos próximos a las negociaciones . "En la OMC todo el mundo descarta que [el acceso] vaya a producirse este año, a pesar de lo que dice Moore", aseguran fuentes diplomáticas en Ginebra, sede de la OMC. Mike Moore, director general de la organización, ha declarado recientemente que China debería entrar antes de la reunión de Qatar, prevista para noviembre. Sin embargo, en Ginebra, donde se celebran las negociaciones multilaterales, posponen la fecha hasta bien entrado 2002.
China ya ha alcanzado pactos bilaterales con la mayoría de los países, incluso con EE UU, con quien lo cerró en 1999. Sin embargo, se quedaron asuntos abiertos, como el agrícola. La cuestión es aclarar si China es un país en vías de desarrollo o uno ya desarrollado. En el primer caso, como China defiende, los subsidios a sus agricultores pueden llegar al 10%. Si se considera un país desarrollado, como EE UU pretende, las ayudas se reducen hasta la mitad, un 5%. En cuanto a la exportación, China ya se ha comprometido a eliminar todos los subsidios. Alrededor de 900 millones de personas viven en este país de la agricultura y, según algunos estudios, un 10% podría quedarse en el paro en un plazo de siete años desde el acceso a la OMC.
Otros países, como Canadá, apoyan la posición de EE UU. "A China le gustaría beneficiarse de las ventajas concedidas a los países en desarrollo. Sin embargo, China es un gran exportador y tiene un gran poder económico y algunas de esas provisiones no se le deben aplicar", afirma Oussamah Tanim, portavoz del Departamento de Comercio de Canadá.
China es el séptimo mayor exportador del mundo y ocupa el octavo puesto en cuanto a importaciones. Las industrias en las que sería más competitivo son las de textil y calzado, juguetes, plásticos y productos electrónicos. Por el contrario, los sectores que más sufrirán los efectos de la apertura comercial son los de la banca y seguros, además del de automóvil. China tendrá que recortar sus aranceles a la exportación de automóviles del 80% actual a un 25% en 2006.
En cuanto a los seguros, otro de los sectores sensibles en las negociaciones, EE UU pide una mayor apertura a las aseguradoras extranjeras, mientras que China quiere mantener protegido el sector.
México, reticente
México, aunque ya ha asegurado que no se opondrá a la incorporación de China, teme que perjudique su acceso preferencial al mercado estadounidense. China será un duro competidor en algunos productos, como textiles, calzado y juguetes, y México pretende alargar 15 años las cuotas compensatorias que ahora aplica. China aboga por un plazo de cinco años.
En cuanto a la UE, las trabas son el acceso de las cadenas de supermercados europeos al mercado chino. Si, por ejemplo, para el gigante asiático 10 locales son suficientes para una cadena, Europa quiere multiplicar esa cifra por 100.
A pesar de estas diferencias, los 141 miembros de la OMC se podrían beneficiar de un mercado nada desdeñable: 1.300 millones de consumidores. Por parte de China, Hong Kong sería una de las zonas más beneficiadas, según apuntan desde su Gobierno. En su opinión, el PIB de esta región crecería un 5% más hasta 2010 gracias a un aumento de las exportaciones. Para China estiman que el crecimiento extra sería del 13% hasta ese año, con un 22% más de exportaciones.
La próxima reunión multilateral se celebrará del 28 de junio al 4 de julio, y en China confían en que los últimos avances en las negociaciones den su fruto.