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El desafío de asegurar frente a lo imprevisible

Las compañías tienen que responder a dinámicas globales como el aumento de la esperanza de vida, las catástrofes naturales, los riesgos geopolíticos y la nueva movilidad

El sector de los seguros está envuelto en una transformación que, en gran medida, tiene que ver con el proceso que está viviendo la actividad financiera en su conjunto. Nunca antes había sido tan necesario proteger tantos aspectos de la vida, de la sociedad o de las empresas. Ernst & Young resume en su informe Perspectivas del sector asegurador 2025 la situación actual, y los principales desafíos a los que se enfrentan las compañías, con tres puntos claves. “La incertidumbre económica, la presión regulatoria, las tensiones geopolíticas y los cambios en las expectativas de los clientes están definiendo la industria global de una manera que no se había visto en décadas”.

En segundo orden está el aumento de la esperanza de vida. “El envejecimiento de la población y el crecimiento en la brecha de ahorros para la jubilación, que generan una presión adicional sobre las aseguradoras para desarrollar productos más flexibles y accesibles”, detalla la consultora.

Las catástrofes naturales, cada vez más frecuentes por los efectos del cambio climático, son el tercer foco de desarrollo para el sector. Las pérdidas anuales han superado los 100.000 millones de dólares (unos 86.255 millones de euros) a escala global, “y se han convertido en una realidad preocupante para la industria, afectando incluso a regiones como España”, explican desde EY.

Tendencias

En 2030, la nueva movilidad permitirá a las personas combinar distintas formas de transporte para llegar a un mismo destino. Combinarán medios semiautomáticos y conectados, y las aseguradoras deberán cubrir todo el viaje, no solo un vehículo.

Entre las principales conclusiones a las que llega la consultora está que “cobra especial relevancia la necesidad de replantear las estrategias de gestión de precios en un entorno cada vez más incierto”, y que “el sector en Europa se enfrenta a un entorno complejo y cambiante”. Por eso, “a medida que las aseguradoras se adaptan a los desafíos regulatorios y las dinámicas globales, es fundamental que adopten objetivos innovadores y se preparen para el futuro. La inversión en tecnología, la personalización de productos y la formación de la fuerza laboral serán claves para aprovechar las oportunidades de crecimiento en este sector en evolución”, auguran.

En el análisis Seguros: Cambiar para resistir, Accenture apunta que “en la actualidad mandan la hiperdigitalización y la hiperconectividad, el empoderamiento del individuo, la protección de datos personales, la medicina genética, la cronificación de enfermedades mortales, el envejecimiento de la población, los tipos de interés bajos, la conciencia medioambiental, la sostenibilidad del estado del bienestar, una inteligencia artificial omnipresente, la hiperglobalización o la concentración de habitantes en torno a megaurbes, entre otros ámbitos”. Los seguros son protección, y “a medida que personas y sociedades cambian, las aseguradoras deben digitalizar, conectar y personalizar para satisfacer las necesidades más complejas”, sugiere la firma.

LA CIFRA

100.000 millones de dólares (86.255 millones de euros) de pérdidas anuales generan las catástrofes naturales en el mundo. Uno de los mayores desafíos para los seguros.

Accenture contempla seis “macrotendencias” que marcarán la actividad: el fin de la propiedad (las nuevas generaciones poseerán menos cosas y, por tanto, consumirán más productos y servicios compartidos); la nueva movilidad (en 2030 las personas utilizarán varios medios de transporte semiautónomos y conectados y los seguros deberán cubrir todo el viaje y no un único vehículo); datos por todas partes (los usuarios estarán rodeados de dispositivos inteligentes y conectados que recogerán, comprenderán y enviarán sus datos); el cambio climático; la salud preventiva (surge la oportunidad de ayudar a evitar enfermedades para mejorar el estilo de vida), y la longevidad, donde se deberá mantener una visión holística de la vida de una persona y ofrecerle servicios de cuidados adecuados a sus circunstancias.

Además, “el cambio hacia la independencia energética probablemente impulse la demanda de seguros especializados para cubrir proyectos de renovables, como aerogeneradores y parques solares. De igual modo, la mayor vulnerabilidad de las multinacionales ante los acontecimientos geopolíticos impulsará el crecimiento de los seguros contra riesgos políticos”, concluye el estudio Insurance in a Fragmented World Economy, de Geneva Association.

El talento, los ecosistemas y la IA

La transformación digital en el sector asegurador “requiere una fuerza laboral capacitada y adaptable”, contempla E&Y, y que “las compañías inviertan en la formación de sus empleados”. “Este factor es especialmente relevante en un contexto donde la competencia por talento es intensa”.

Otro desafío “trascendental”, según Mapfre, es “la formación de ecosistemas, donde proveedores de distintas industrias interactuarán para crear valor a partir de datos compartidos. No se venderán productos y servicios aislados, sino experiencias construidas por una multitud de actores”.

La inteligencia artificial (IA) facilitará la automatización, “que permite, entre otras mejoras, optimizar la experiencia del cliente o la gestión de recursos”, añade Mapfre. “La integración de modelos predictivos anticipará futuros siniestros y ofrecerá recomendaciones personalizadas, promoviendo la prevención de riesgos y la optimización de pólizas”.

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