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Mas del 90% de los jóvenes tiene dificultades para emprender

Desafíos y soluciones para el emprendimiento juvenil en España

El espíritu emprendedor es crucial para el crecimiento económico y social, pero en España, los jóvenes que desean iniciar sus propios negocios se encuentran con múltiples obstáculos, especialmente aquellos de entornos desfavorecidos.

A pesar de la ilusión y la capacidad de innovación, la falta de recursos económicos y de conocimientos específicos sobre cómo gestionar un negocio suponen barreras casi insuperables para muchos.

Una mirada al emprendimiento juvenil

El informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) 2022-2023 nos ofrece una panorámica desalentadora: el 94% de los jóvenes españoles encuentran dificultades significativas para emprender.

El análisis revela que, si bien hay un espíritu emprendedor, las estructuras de apoyo y los recursos financieros son insuficientes. Además, un 70% de los jóvenes consideran que emprender es una tarea ardua, con una percepción más pesimista entre las mujeres, quienes expresan un temor más profundo al fracaso.

Lucía Medina, directora de la Fundación Nantik Lum, apunta que “la dificultad para transformar ideas innovadoras en proyectos tangibles es particularmente aguda en áreas con acceso limitado a educación superior de calidad”.

Esto es evidente en zonas urbanas menos favorecidas, como ciertos distritos de Madrid, donde las oportunidades de formación y capital son especialmente escasas.

Comparativa europea: España en la cola del emprendimiento juvenil

España muestra una de las tasas de emprendimiento juvenil más bajas de Europa, con un 6% frente al 13% de Gran Bretaña o el 12.5% de Holanda. Francia y Alemania también superan a España con un 9% cada uno.

Estas cifras no solo subrayan un problema de fondo en el apoyo al emprendedor joven, sino que también resaltan la necesidad urgente de implementar medidas efectivas que revitalicen este sector vital para la economía.

Empoderamiento a través del emprendimiento

Ante esta situación, la Fundación Nantik Lum cree necesarias una serie de iniciativas para eliminar estas barreras. La solución pasa por una combinación de educación, financiación y soporte institucional.

Educación en emprendimiento

El primer paso para fomentar una generación de jóvenes emprendedores es proporcionarles las herramientas necesarias a través de la educación.

Los programas de emprendimiento no solo deben estar presentes en las universidades, sino también integrarse desde etapas más tempranas, en las escuelas secundarias. Esto podría preparar mejor a los jóvenes para enfrentar los retos del mundo empresarial, brindándoles conocimientos tanto teóricos como prácticos.

Financiación accesible

La mayoría de los jóvenes emprendedores tienen entre 18 y 30 años, una etapa en la que acumular ahorros suficientes para invertir en un negocio es complicado, especialmente para aquellos de entornos vulnerables.

Por ello, es crucial facilitar el acceso a financiación mediante subvenciones y préstamos asequibles, diseñados específicamente para jóvenes emprendedores.

Impacto social y personal del emprendimiento juvenil

Además, es fundamental considerar el impacto psicológico y social que el emprendimiento tiene en los jóvenes. Iniciar un negocio propio puede ser una fuente significativa de desarrollo personal, ofreciendo a los jóvenes la oportunidad de construir confianza en sí mismos y desarrollar una red de relaciones interpersonales sólidas.

Asimismo, estos proyectos emprendedores suelen estar alineados con valores y preocupaciones actuales, como la sostenibilidad y la responsabilidad social, lo que contribuye al desarrollo de una conciencia social más fuerte entre las nuevas generaciones.

Este enfoque no solo potencia su sentido de la responsabilidad hacia la comunidad y el medio ambiente, sino que también alimenta un ciclo virtuoso de innovación y compromiso social que beneficia a toda la sociedad.

Estos elementos añaden una capa de significado y propósito a la experiencia emprendedora, que va más allá del mero beneficio económico.

Apoyo institucional y redes de apoyo

Las instituciones públicas deben desempeñar un papel activo en la creación de un entorno propicio para los jóvenes empresarios.

Esto incluye desde la simplificación de la burocracia necesaria para crear nuevas empresas hasta el desarrollo de políticas que incentiven la inversión en startups juveniles.

Adicionalmente, las redes de mentoría pueden proporcionar una guía invaluable, conectando a jóvenes emprendedores con empresarios experimentados que pueden asesorarlos y apoyarlos en sus primeros pasos.

Al abordar de manera integral los desafíos que enfrentan estos jóvenes, desde la educación hasta el apoyo financiero e institucional, podemos asegurar no solo su éxito personal, sino también el de la sociedad en su conjunto.

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