Salir de Renault podría engrasar el proceso de Nissan
Vender su participación en la firma gala ayudaría a la japonesa a ganar tiempo para poner orden en sus asuntos

Salir de Renault podría acelerar la recuperación de Nissan. Vender la participación restante de 2.000 millones de dólares en su socio francés de toda la vida le ayudaría a ganar tiempo para poner orden en sus asuntos. Aceptar el fin de una era tiene sentido para ambos.
Nissan tiene dinero para tiempos difíciles. El negocio automovilístico presumía de 10.300 millones de dólares en efectivo neto a fecha de marzo, así como de líneas de crédito no utilizadas por valor de 14.500 millones. Pero que se prolongue su recuperación podría erosionar esos fondos. El flujo de caja libre de la unidad se tornó negativo en 1.700 millones en 2024, cuando registró unas pérdidas operativas de 1.800 millones. La situación empeorará antes de mejorar: según las estimaciones de los analistas recopiladas por Visible Alpha, no obtendrá ingresos operativos hasta 2029. Esto podría dificultar la refinanciación de unos 4.000 millones en bonos que vencen en 2026.
Mientras, la relación con Renault se ha deteriorado. En 2023, su alianza se reestructuró para dar cabida a nuevos socios. Ahora, el plan del nuevo CEO, Iván Espinosa, consiste en vender la participación de Nissan en su planta conjunta de India y consolidar la producción en América Latina, donde se suponía que la renovada Alianza seguiría fuerte.
No es necesario afianzar lo que queda mediante una participación cruzada. Es cierto que hay proyectos en curso. Las fábricas de Renault producen tres modelos para Nissan. Se añadirán tres más en India, y el Micra de Nissan en Europa usará la plataforma de eléctricos de su socio. Esto último es importante, ya que las normas de la UE sobre emisiones de carbono exigen a los fabricantes de automóviles que compren créditos si no pueden vender suficientes eléctricos. Pero esta cooperación podría continuar o incluso ampliarse sin las participaciones mutuas de ambas empresas.
Dar el paso liberaría efectivo. La participación del 15% de Nissan en Renault vale unos 2.000 millones de dólares. El último acuerdo entre ambas, firmado en marzo, les permite reducir sus respectivas participaciones al 10%: Espinosa pretende ejercer esa opción, según Nikkei.
Podría pedir a Renault que le dejara vender todo. La acción de Nissan, que cerró el jueves a 351,9 yenes, está muy por debajo de los 400 que pagó Renault en 1999, por lo que el grupo, recién salido de su propia reestructuración, tiene un gran interés en hacer todo lo posible para relanzar la marca en dificultades. Por la misma razón, parece poco probable que Renault corresponda vendiendo de inmediato las acciones de Nissan.
La desventaja es que Renault seguiría manteniendo su participación con un 15% de los derechos de voto, lo que le daría más influencia sobre Nissan. Pero Espinosa no está en condiciones de ponerse exigente.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías