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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La euforia bursátil está en contradicción con la gravedad económica

El riesgo no es que la Fed no recorte los tipos, sino que, cuando lo haga, ya no importe

Traders en la Bolsa de Nueva York.

Los inversores están de fiesta como si el ciclo nunca fuera a terminar. El resultado ideal sería que la Fed tuviera motivos suficientes para flexibilizar la política monetaria sin que las condiciones se debilitaran hasta un nivel perjudicial. Pero las probabilidades son cada vez menores.

El Nasdaq cayó un 11% después de que Donald Trump anunciara sus aranceles generalizados. El S&P 500 perdió casi un 8%, pero ahora cotiza a unas 22 veces los beneficios anuales, cerca de su máximo pospandemia. Las pausas en la ofensiva comercial ayudaron a la recuperación, al igual que la moderada inflación y el impresionante crecimiento de gigantes como Microsoft. Pero también refleja otra tendencia más preocupante. Desde que la Fed subió rápido los tipos a partir de 2022, la pregunta ha sido cuándo se suavizaría este freno a la actividad financiera. La clave estaría en la moderación de las subidas de precios y en un mercado laboral lo suficientemente débil como para empujar a las autoridades monetarias.

Es la forma de operar las malas noticias son buenas noticias. Según Renaissance Macro, las acciones se mueven cada vez más en consonancia con las solicitudes de subsidio de paro. La ratio móvil de tres años está en su nivel más ajustado desde 1993, tras haber sido negativa –un menor número de solicitudes se correlacionaba con cotizaciones más altas– hasta hace poco, en 2023.

Las malas noticias parecen realmente malas. Las solicitudes se acercan a un nivel que indica una contracción del empleo en general. El índice de difusión de la nómina, que mide la amplitud de la creación de empleo, acaba de alcanzar su nivel más bajo desde julio, poco antes de la última bajada de tipos.

Las autoridades han dejado claro que no tienen prisa por bajar los tipos. Los mercados, que en su día descontaban recortes ya en marzo, ahora los anticipan para septiembre o más tarde, según CME Group. Y, cuando lleguen, es muy posible que sean consecuencia de un crítico debilitamiento, y no lo prevengan. La IA puede hacer que las tecnológicas sean más resilientes, pero EE UU sigue siendo una economía impulsada de forma abrumadora por el consumo. Las hostilidades entre Israel e Irán podrían trastocar los mercados energéticos o el transporte marítimo. El riesgo no es que la Fed no recorte los tipos, sino que, cuando lo haga, ya no importe.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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