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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

EE UU muerde la mano que le da de comer

Una propuesta republicana fijaría un impuesto a la propiedad extranjera de activos que llegaría al 20%

El presidente de la Cámara de Representantes de EE UU, el republicano Mike Johnson.

¿Quiere Donald Trump que las empresas extranjeras fabriquen en EE UU o no? Sus contradictorias medidas hacen difícil saberlo.

Al presidente nada le gusta más que hacer anuncios espectaculares sobre grandes inversiones de firmas foráneas. Una propuesta republicana que se está tramitando en el Congreso amenaza con recortar algunos de esos cheques y disuadir la llegada de otros nuevos. Fijaría un impuesto cada vez más severo, que acabaría llegando al 20%, a la propiedad extranjera de activos de EE UU por parte de personas físicas, empresas y Gobiernos de países que se considere que han fijado impuestos injustos.

Es una forma absurda de represalias. La disposición, incluida en el proyecto de ley emblemático de Trump, supone la culminación de los esfuerzos republicanos por proteger a las empresas del país de un impuesto mínimo global del 15%, de los gravámenes europeos sobre los servicios digitales y de otras políticas generadoras de ingresos de los socios comerciales de EE UU. Permitiría a las multinacionales estadounidenses buscar paraísos fiscales con impunidad o castigar a las empresas de países que intentaran resistirse.

Un impuesto adicional del 20% crearía una tasa efectiva del 5% para los inversores extranjeros en activos de EE UU, lo cual va contra la Trumponomía. Las filiales de EE UU de multinacionales extranjeras empleaban a 8,4 millones de personas en 2022, y la industria manufacturera suponía más del 40% de los casi 6 billones de dólares de inversión extranjera.

Hay más dudas: si los bonos del Tesoro también cuentan. Los ejecutivos de Wall Street están presionando para garantizar que el texto excluya al menos las tenencias de deuda pública. Aplicar el impuesto adicional a las tenencias del banco central o de entidades privadas extranjeras reduciría su retorno efectivo en unos 100 puntos básicos, estiman en Deutsche Bank.

Incluso si se omiten los bonos, el daño sería significativo. La Global Business Alliance, que representa a Airbus, Novo Nordisk y decenas de otras empresas extranjeras, califica el impuesto de “punitivo y discriminatorio”. Decenas de sus miembros visitan esta semana Washington para presionar a favor de cambios. Abandonar EE UU era una idea impensable, pero esta Administración está haciendo todo lo posible para que sea una opción.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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