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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La vuelta de honor de Trump en Riad desmiente los temores sobre la IA

La nueva estrategia de EE UU de abrir sus chips a socios como Arabia Saudí tiene una lógica contundente

Tareq Amin, CEO de Humain, y Jensen Huang, CEO de Nvidia, en el Foro de Inversión Arabia Saudí-EE UU, en Riad, el día 13.

EE UU no tiene el monopolio de los avances tecnológicos. En su intento por frenar los avances de China en inteligencia artificial (IA), Joe Biden trató de usar las restricciones a los chips de última generación de Nvidia como arma arrojadiza, ralentizando el progreso en otros ámbitos. Su sucesor, Donald Trump, que acaba de iniciar una gira por Oriente Próximo en Arabia Saudí, está cambiando de estrategia: condiciona el uso del silicio de EE UU al rechazo de las alternativas chinas.

Trump anunció el martes una serie de acuerdos de inversión con Arabia Saudí que, según la Casa Blanca, superan los 600.000 millones de dólares y que incluyen la cooperación entre empresas del país y el suministro de armamento. Entre las medidas anunciadas, está que Nvidia colaborará con Humain, una firma de IA respaldada por el Fondo de Inversión Pública saudí, para crear instalaciones con chips suficientes para consumir hasta 500 megavatios de energía. A esto le siguió rápidamente un anuncio de la Oficina de Industria y Seguridad de que cualquier uso de los chips Ascend de Huawei, en cualquier parte del mundo, constituye ahora una violación de los controles de exportación de EE UU.

Bajo las llamadas normas de difusión de la IA implementadas bajo Biden, Arabia Saudí y sus vecinos vieron limitado su acceso a los microchips de EE UU que alimentan la IA. Los funcionarios de Trump habían criticado esta medida por considerarla errónea, y el zar de la IA, David Sacks, afirmó que no hay ningún riesgo “con un amigo como Arabia Saudí” y que EE UU no necesita bloquear la difusión mundial de su tecnología. El Departamento de Comercio revocó el martes los controles de la era Biden.

La agenda de este reflejaba la suposición implícita de que la tecnología de EE UU era superior y que la prioridad clave era bloquear el acceso de China a ella. DeepSeek demostró lo que las empresas de la República Popular podían hacer cuando se veían obligadas a diseñar con suministros restringidos. Ahora, Huawei ha lanzado sistemas actualizados que usan chips Ascend, que, aunque menos avanzados que los de Nvidia, aportan una gran potencia bruta.

Las maniobras de Trump y Nvidia con Humain y el control de las exportaciones tienen una lógica contundente. Si se obliga a los compradores a usar silicio chino, las empresas del país tendrán una demanda cautiva que podrá financiar un rápido desarrollo. Abrir los suministros estadounidenses a los aliados ayuda a contener esta dinámica, al igual que dificultar la compra de productos chinos a clientes interesados como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

No está claro cómo se puede aplicar esto en la práctica. Pero encerrar al mundo en las cadenas de suministro de EE UU reforzaría a Nvidia y a sus competidores. Tras sufrir un recorte en Bolsa de 5.500 millones debido al endurecimiento de las restricciones incluso para sus productos limitados para el mercado chino, las acciones del gigante dirigido por Jensen Huang subieron un 5,63% el martes. Si no puedes vencerlos, haz que se unan a ti.

La OPV de CATL

La mayor OPV del mundo este año excluye a los inversores de EE UU. La decisión reduce los riesgos geopolíticos que se ciernen sobre el debut de 4.000 millones de dólares en Hong Kong del fabricante chino de baterías CATL. También protege al emisor de posibles problemas legales en caso de que se deterioren las relaciones entre China y EE UU. Pero la estrategia empleada por Robin Zeng para la firma de 158.000 millones que fundó no será fácil de replicar para otros.

CATL, que ya cotiza en Shenzhén, excluye a un grupo de inversores que suele ser fundamental para las grandes salidas a Bolsa en el centro financiero asiático. Net­Ease optó por una configuración similar en una emisión posterior de 3.100 millones en 2020; el fabricante de coches eléctricos Nio hizo lo mismo en una emisión posterior de 500 millones en marzo. Pero sigue siendo una medida poco habitual.

Zeng está tomando una decisión lógica para una firma que se ha enfrentado a un intenso escrutinio en EE UU, donde Washington considera las baterías una tecnología estratégica. En enero, CATL fue incluida en una lista de la Casa Blanca de organizaciones que colaboran con el ejército chino, lo que, según CATL, es un error. Los legisladores incluso sugirieron que JP Morgan y Bank of America no deberían colocar la operación, aunque ambos siguen siendo dos de los nueve bancos que trabajan en la emisión. Incluir fondos estadounidenses dejaría a CATL vulnerable a inversores litigiosos si surgieran nuevos problemas.

En última instancia, el gigante de las baterías puede recurrir a sus sólidas conexiones en Oriente Próximo. Los fondos soberanos del petrodólar están aumentando sus inversiones en Asia, que sigue ávida de petróleo. La Autoridad de Inversiones de Kuwait, junto con Sinopec HK, se han comprometido a invertir 500 millones en la oferta; en total, más de 20 inversores ancla han comprometido 2600 millones. Las acciones ya se han colocado múltiples veces, según una fuente cercana.

El Golfo tiene más que inversiones que ofrecer a la República Popular. Las exportaciones chinas de vehículos de pasajeros a Oriente Próximo, incluidos los eléctricos, se dispararon un 61% en 2024, lo que lo convierte en su mercado de más rápido crecimiento a nivel mundial, según Alix Partners. También se está convirtiendo en un mercado clave para el negocio de almacenamiento de energía a gran escala de CATL. Esta comenzó a trabajar en enero en un proyecto de energía solar y baterías de 6.000 millones de dólares en Emiratos Árabes Unidos.

El acuerdo de CATL envía un poderoso mensaje sobre el futuro potencial de Hong Kong, especialmente en medio de los continuos rumores sobre la desconexión financiera entre EE UU y China. Otros emisores podrían verse tentados a intentar algo similar con sus ofertas, pero CATL es una firma excepcional con productos muy demandados, y la gran cantidad de capital estadounidense es difícil de reemplazar.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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