El coste de la guerra comercial
La Autoridad Fiscal rebaja las perspectivas de crecimiento del Gobierno y alerta sobre el impacto del aumento del gasto en defensa


La Autoridad Fiscal (Airef), el organismo creado por mandato de Bruselas tras la Gran Recesión para velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas, difundió ayer el primer análisis del informe enviado por el Ministerio de Economía a la Comisión Europea sobre la evolución del Plan Fiscal y Estructural a medio plazo, el nuevo documento en el que los Estados deben incluir su orientación presupuestaria para reducir el déficit y la deuda pública. La Airef echa en falta más concreción y realismo económico.
La presidenta del organismo público, Cristina Herrero, enfrió el optimismo económico del Gobierno y rebaja la previsión de crecimiento para este año y el próximo por el mayor impacto de la guerra comercial detonada por el presidente estadounidense, Donald Trump. La Autoridad Fiscal remarca en su informe que al plan del Gobierno “le falta ambición para tener una verdadera orientación a medio plazo”.
Herrero ha reclamado más prudencia al Gobierno ante los dos episodios que amenazan la actividad económica. Por un lado, considera que el golpe sobre la economía española de los aranceles será más severo que el proyectado por Economía. “La diferencia con el Gobierno es que ellos piensan que la demanda interior podrá solventar esa caída, pero eso la Airef no lo comparte, al menos con el ritmo que prevé el Ejecutivo”, deslizó ayer Herrero.
Y por otro lado, considera que el aumento del gasto militar tendrá un mayor impacto sobre las cuentas públicas del que espera el Gabinete que preside Pedro Sánchez, que sostiene que este incremento de las inversiones en defensa se puede absorber y quedar inocuo en términos fiscales, porque se hará a cambio de partidas que están sin ejecutar. “¿Eso quiere decir que no vaya a tener impacto? No, va a tener impacto completo en gasto, déficit y deuda”, alertó Herrero el pasado lunes en el Congreso.
La Autoridad Fiscal cumple su función al expresar su preocupación por el aumento de la incertidumbre que la guerra comercial y el aumento del gasto en defensa puedan tener sobre las perspectivas económicas y las cuentas públicas. Y al reclamar más información al Gobierno sobre sus planes a medio plazo. El Ejecutivo, por su parte, haría bien en tomar nota de esas recomendaciones.
España ha sorteado con cierto éxito las últimas crisis, de las que ha salido mejor parada que sus socios europeos, pero esto no debería servir para caer en la complacencia. Aún quedan importantes tareas pendientes.
