El avance chino en IA es bueno para la generalidad
Algunos de los titanes actuales del sector pueden ser destronados, en beneficio de todos los demás

Los inversores están volviendo a ejecutar sus modelos financieros de inteligencia artificial. Cada vez hay más indicios de que la nueva oferta de IA de la china DeepSeek es tan buena como la de sus homólogas de EE UU, como OpenAI, pero con un coste de desarrollo más barato, lo que provocó ayer que acciones relacionadas, como las de Nvidia, cayeran más de un 10%. Una sacudida pendiente podría resultar dolorosa, pero aun así podría crear más ganadores que perdedores.
Según los datos de Artificial Analysis, uno de los modelos de DeepSeek es 13 veces más barato de ejecutar. Aunque eso solo incluye los gastos de informática y energía, y no los costes de investigación y datos, ha sido suficiente para asustar al mercado. Las acciones de los fabricantes de chips para centros de datos, como Nvidia y Broadcom, cayeron un 11% y un 12%, respectivamente. Las de ASML, que hace máquinas que diseñan chips, cayeron hasta un 12%. Siemens Energy, que suministra energía a los centros de datos que entrenan modelos, se desplomó un 20%.
En cierto sentido, el pánico entre quienes invierten en los picos y palas de la IA podría acabar siendo exagerado: es concebible que DeepSeek estimule un aumento de la demanda de una IA más barata. Pero no es de extrañar que los inversores estén mirando a empresas que se han negociado a múltiplos épicos y se pregunten si ciertos grandes actores occidentales de la IA frenarán ahora su gasto de capital, lo cual afectaría a la demanda de chips y energía.
Esa juerga de gastos de capital ha sido considerable. La semana pasada, Meta Platforms aumentó sustancialmente su gasto en inversión en IA hasta 65.000 millones de dólares en 2025, mientras Microsoft prevé que este año destinará 80.000 millones a la construcción de centros de datos para impulsar la IA. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció a su vez la semana pasada un proyecto de centros de datos de IA, Stargate, de 500.000 millones de dólares, con Sam Altman, de OpenAI, y Masayoshi Son, de SoftBank.
El consuelo parcial para personas como el jefe de Microsoft, Satya Nadella, es que la caída de los costes de la IA hace más probable que pueda obtener un rendimiento de toda esta inversión. Pero eso se ve inmediatamente compensado por un aspecto negativo mayor. Si el peso financiero ya no es una ventaja, los hiperescaladores no tendrán que ser tan hipergrandes.
Ese factor también hace que los avances chinos en IA sean algo bueno para los inversores y las empresas en general. Si los modelos más baratos hacen que la IA sea más eficiente, su uso se extenderá más y más deprisa. Eso puede hacer que algunos de los actuales titanes del sector sean destronados, en beneficio de casi todos los demás.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías