Una nueva estrategia y un proyecto de futuro para Telefónica
El primer reto de Murtra pasa por definir nuevos objetivos y aprovechar la oportunidad que se le brinda para reformular con contundencia el proyecto
El relevo de José María Álvarez-Pallete por Marc Murtra al frente de Telefónica es la consecuencia lógica de los movimientos accionariales suscitados en la operadora de telecomunicaciones a raíz de la irrupción de la saudí STC en el capital de firma en septiembre de 2023. La decisión del Gobierno de reforzar el papel del Estado en una compañía estratégica en términos de seguridad nacional culminó en la compra de hasta un 10% de la empresa a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Poco reproche cabe al movimiento a la vista del mercado europeo, donde las mayores telcos cuentan con relevantes participaciones públicas. Es el caso del Estado alemán, que atesora el 27,8% de Deutsche Telekom; del francés, con un 23% de Orange, o del italiano, que se dotó el pasado mes de agosto de capacidad para llegar al 20% de Telecom Italia.
En esta línea, es legítimo que el Ejecutivo busque maximizar su inversión en Telefónica, alineando al máximo la gestión con los intereses de los accionistas relevantes. En este punto, el ciclo de Álvarez-Pallete se sabía agotado, con un acción que llevaba años sin levantar cabeza y una política de ajustes permanente no acompañada de un plan estratégico de futuro que convenciera a los mercados. La incapacidad para hacer frente a la competencia low cost y la falta de soluciones ante la irrupción de las nuevas empresas tecnológicas, más alla de las desesperadas peticiones de ayuda a los reguladores europeos, han terminado por debilitar a una compañía histórica que requiere un nuevo impulso. No sirven paños calientes ni acudir al mal desempeño general del sector en Europa, tanto en balances como en Bolsa. Telefónica compara mal con sus pares comunitarios.
Precisamente, el primer reto de Murtra pasa por definir nuevos objetivos y aprovechar la oportunidad que se le brinda para reformular con contundencia el proyecto. La opción de encontrar vías de colaboración con la Indra que abandona y que bien conoce, incluso a través de operaciones corporativas que incluyan la adquisición por parte de Telefónica de su consultora tecnológica Minsait, abre un nuevo entorno de desarrollo para la operadora y merece la pena que se explore. El ejecutivo, criticado desde los entornos más recalcitrantes por un desempeño en cargos públicos que se remonta a hace más de 20 años, no solo tiene amplia experiencia en el entorno corporativo, sino en el del emprendimiento y la tecnología. Aquí no solo toca gestionar, sino tener visión estratégica. Por eso se le medirá.