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Claves
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Las claves del día: se puede criticar a la Fed, aunque Trump lo haga de forma casi aleatoria

Es razonable que los políticos también opinen sobre la política monetaria... siempre que lo hagan con criterio, y no por puro interés electoralista

Donald Trump y Jerome Powell, en una imagen de archivo.
Donald Trump y Jerome Powell, en una imagen de archivo.
CINCO DÍAS

El candidato a presidente de Estados Unidos Donald Trump ha vuelto a entrar como un elefante en una cacharrería en el debate sobre los tipos de interés, tomándose a broma el trabajo de la Reserva Federal, y después de acusar a Jerome Powell de bajar los tipos medio punto para ayudar a su rival Kamala Harris. Cuando Trump gobernaba, era el primero en reclamar a la Fed que los recortara; y, en todo caso, la reducción de septiembre no empezará a notarse en la economía hasta bastante después de las elecciones de noviembre. Pero que las críticas del republicano sean prácticamente aleatorias no significa que la Fed deba ser intocable y no se puedan señalar sus errores: tanto ella como el Banco Central Europeo arrastraron los pies para subir los tipos al comienzo de la actual crisis inflacionaria. Asimismo, la compra de bonos por parte de los bancos centrales ayuda a los Gobiernos a pagar menos por la deuda soberana, por lo que es razonable que los políticos también opinen sobre la política monetaria... siempre que lo hagan con criterio, y no por puro interés electoralista.

A la espera de los chinos, no hay quien arranque el motor europeo

El automóvil es un sector generoso con las analogías: unos buenos resultados piden un pisa el acelerador, igual que un bajón en Bolsa puede agradecer un frenazo de las acciones. En el caso del automóvil europeo, estamos ante un motor gripado. Las ventas de Stelantis, el grupo dueño de marcas como Fiat, Chrysler, Opel o Peugeot se desplomaron un 20% en el tercer trimestre. El grupo italo-franco-estadounidense señala al exceso de inventario en sus concesionarios en EE UU como una de las causas. Con un coche eléctrico que no arranca y una demanda europea en ralentí, no extraña que algunos (ya no Stellantis) estén muy a favor de los aranceles a China.

Diez veces más borrachos en los cruceros (que no en los puertos) españoles

El Ministerio de Hacienda, tras las reclamaciones del sector, ha decidido multiplicar por diez el alcohol libre de impuestos que los cruceros turísticos pueden embarcar en los puertos españoles. Ahora, en vez de diez decilitros por persona y día, podrán llevar un litro, siempre que sea “exclusivamente para el consumo a bordo”. La razón para subir el límite, aducen las empresas españolas, es que al final acababan haciendo el avituallamiento en otros países con mejores condiciones. Es una buena noticia para los vendedores de alcohol españoles –no tan buena para la salud pública–, pero sobre todo una suerte de vendetta: ahora, además de recibir borrachos, los puertos españoles podrán exportarlos. Porque la norma prohíbe el desembarco del alcohol, pero no dice nada de sus usuarios.

La frase

Ucrania tiene que saber que puede confiar en nosotros y Rusia, que nuestra ayuda continuará.Pero ha llegado el momento de explorar caminos para lograr que esta guerra no se prolongue infinitamente. Por ello, en el futuro tiene que haber una conferencia de paz, también con Rusia
Olaf Scholz, canciller de Alemania

Muchas familias no llevan niños a los restaurantes de alta gama... porque no pueden

¿Es verdad que muchas familias no tienen más hijos simplemente porque no quieren, como dice Pedro Sánchez? Puede que sea un círculo vicioso: cuantos menos niños hay, menos acostumbrada está la gente a sus particularidades (lloran, se mueven, se ríen, hacen ruido), y más se siente perturbada por lo que muchas veces es simplemente expresión de vida (siempre dentro de un límite). De ahí se pasa a prohibir la entrada a niños en los restaurantes de alta cocina, algo que va contra la ley. Los establecimientos tienen derecho, claro, a expulsar a aquellos menores o mayores que perturben el orden, pero vetar de forma preventiva revela una niñofobia que, por desgracia, no es exclusiva de la hostelería de alta gama. Además de que es la peor manera de crear afición para el futuro.

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