Las claves: los problemas de madurez del sistema ferroviario, y los riesgos del deporte de élite
La rápida evolución de la alta velocidad explica parte de sus vicisitudes


El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, demostró ayer que sabe adoptar un tono conciliador cuando quiere, y dio explicaciones razonadas sobre los frecuentes problemas del sistema ferroviario. Como señaló, se están pagando las consecuencias de años de inversión escasa, con Gobiernos del PP, que el propio Puente admite que coincidieron con una dura crisis económica; a eso se suma que, por fortuna, el número de trayectos se ha disparado. Habrá que ir atajando las averías de los trenes según vayan surgiendo, y, a poder ser, prevenirlos.
Resaltó también el ministro que el programa de devoluciones por los retrasos de Renfe es inviable con la enorme cantidad de viajeros actual. En efecto: el transporte de pasajeros por tren se ha abaratado y popularizado, pero a cambio se han perdido algunas de sus ventajas prémium. Es un cambio beneficioso en términos netos, después de décadas en las que la alta velocidad sustituyó a los trenes regionales, ofreciendo un producto de alta calidad que, sin embargo, era prohibitivo para muchos bolsillos.
La guerra de los ‘youtubers’ contra la inteligencia artificial de Open AI
La inteligencia artificial puede haber llegado para quitarle el trabajo a muchos humanos (o hacérselo más fácil, está por ver), pero, hasta entonces, necesita a estos humanos para crear sus modelos de lenguaje, audio y video. Por eso, un youtuber estadounidense ha denunciado a Open AI, la firma creadora de ChatGPT, por alimentarse de su contenido para entrenar a los modelos que desarrolla. La demanda, interpuesta en California, tiene carácter colectivo, e incluye a todos los creadores de contenido de YouTube de EE UU. Más miedo (de perder el trabajo) deberían tener a la IA los editores –si los tienen– de todos estos youtubers.
El mercado, ese ‘enfant terrible’, pasa olímpicamente de la geopolítica
De los mercados se suele decir que son un ente sin sentimientos (no se conoce, sin embargo, sujeto más miedoso) y, últimamente, que están muy desapegados de la política. Como un adolescente enfadado con el mundo. Resulta que al enfant terrible del tablero económico le importa poco que se cierna una guerra sobre Oriente Próximo. Tampoco le quita el sueño, por ahora, si la relación entre China y Occidente se recrudece, o si el retorno de Trump a la Casa Blanca resulta en un entorno económico aún más proteccionista. A los inversores solo les importan últimamente las páginas más cafeteras de los periódicos salmón: la inflación, los tipos y, sobre todo, los resultados de Nvidia. Entenderán, suponemos, que igual que su hermana sin prefijo, la geopolítica al final siempre es lo mismo.
La frase del día
Elon [Musk] suele decir que es hostil a las subvenciones mientras Tesla las engulle como un Godzilla hambrientoMike Murphy, asesor del Partido Republicano y ceo del lobby bipartito Electric Vehicle Politics Project
Los riesgos de engancharse a las apuestas deportivas... y del deporte de élite
Es bastante discutible la coherencia de que el Estado limite estrictamente por ley la publicidad del juego online, mientras promueve sus loterías o la propia quiniela, asociada desde hace casi un siglo al fútbol español. Ahora, gracias a las grietas de la regulación impulsada por Alberto Garzón, esa inconsistencia no será tan grande, puesto que la casa de apuestas Luckia será uno de los patrocinadores de LaLiga.
El problema de los juegos de azar es que pueden provocar adicción. Pero el deporte de élite tampoco es un gran ejemplo para los niños, pues la obsesión por ganar (o la necesidad de cobrar la beca) lleva a muchos deportistas a sacrificar su salud. Tanto con las apuestas como con las grandes competiciones, conviene tomar una prudente distancia emocional.
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