Carteras de fondos indexados: ¿innovación real?
Los bancos, más que en productos, deberían avanzar en el asesoramiento a los ahorradores de largo plazo más conservadores
El pasado 6 de mayo, la banca privada de Banco Santander anunció el lanzamiento de un nuevo servicio de gestión discrecional de carteras que invertirá en fondos indexados para cinco perfiles diferentes. El servicio se llama Santander Innova Index, pero innova poco si toda la novedad consiste en usar indexados. Los fondos indexados replican el comportamiento de índices bursátiles y de bonos. Indexarse a índices de mercados es poco vanguardista, ya que se viene haciendo desde hace casi 50 años.
La indexación es muy popular entre inversores americanos, pero también la usan gestores de todo el mundo, especialmente para invertir en acciones americanas cuyos índices han sido muy difíciles de batir (Nasdaq 100 o S&P 500). En la gestión de bonos ha sido más fácil superar a los índices. Además, todavía es escasa la gama de fondos de renta fija indexados traspasables. Sin embargo, existen numerosos ETF, sobre todo del mercado americano de bonos, pero no son traspasables. Algo parecido ocurre con los fondos temáticos o sectoriales, donde la oferta de ETF disponibles es considerablemente mayor que la de fondos indexados traspasables.
El uso de fondos indexados en la gestión discrecional de carteras en España es relativamente reciente, aunque algunas entidades ya lo ofrecen desde hace años, ya sea proactivamente, como Indexa Capital, o, como la mayoría, defensivamente, a demanda del cliente. En cualquier caso, si el inversor opta por una cartera gestionada, sigue delegando las decisiones de mayor impacto en la rentabilidad a largo plazo a la gestora elegida. Aunque pueda elegir entre tres y cinco perfiles, dentro de cada perfil será la gestora quien decida el porcentaje destinado a liquidez, bonos gubernamentales, corporativos y acciones. Además, determinará la duración de los bonos, la distribución regional de las acciones, los sectores y el porcentaje de divisas a cubrir, todo dentro de la gama de fondos indexados traspasables disponibles.
Para los inversores muy conservadores que no desean invertir en renta variable, pero con un horizonte de inversión largo, uno de los índices de renta fija más replicados es el Bloomberg Global Aggregate Bond. Este índice refleja la evolución de las mayores emisiones de bonos del mundo, y son los Gobiernos los principales emisores desde la crisis de 2008. El primer fondo indexado de renta fija registrado en Europa, el Vanguard Global Bond Index, replica este índice. Desde enero hasta abril, este fondo de Vanguard con la divisa cubierta perdió más del 2,5%, mientras que el Mutuafondo Deuda Española, en su clase limpia, ganó más del 0,5%. Desde enero de 2023, cuando los bonos gubernamentales comenzaron a pagar, el Vanguard Global Bond Index ha acumulado una ganancia inferior al 2%, mientras que el Mutuafondo Deuda Española L ha ganado casi un 4%, el doble. Los gastos de gestión del Vanguard son solo del 0,10%, y la clase limpia del Mutuafondo Deuda Española tiene unos gastos del 0,24%.
No existen fondos indexados traspasables que repliquen un índice de deuda española, pero sí muchos fondos de renta fija que invierten en deuda pública española e italiana, y ofrecen una rentabilidad neta de gastos superior al índice global. En renta fija, suele ser más fácil superar a los índices, especialmente en mercados periféricos, de alto rendimiento o en deuda subordinada financiera.
La rentabilidad media de los fondos de renta variable global ha superado el 23% desde enero de 2023. La tolerancia a la volatilidad es esencial para que un inversor obtenga una mayor rentabilidad a largo plazo. También es crucial mantener una estrategia sin cambios constantes. Sin el asesoramiento adecuado, la mayoría de los inversores españoles tenderán a optar por un perfil más conservador del necesario, lo que suele ser el principal detractor de la rentabilidad potencial, mucho más que cualquier diferencia en las comisiones de gestión entre fondos de clase limpia, ya sean de gestión activa o pasiva.
Por tanto, decidir en qué mercados utilizar gestión pasiva o activa es secundario, especialmente para el inversor mixto y conservador. Los inversores muy conservadores por psicología y no por plazo terminarán descapitalizándose en los próximos años, como ha sucedido en el pasado, a pesar de recibir una rentabilidad nominal positiva. Con las rentabilidades actuales de la renta fija de alta calidad, al descontar la inflación y los impuestos, el inversor verá cómo su capital pierde valor real. Así que un buen asesoramiento sobre la distribución adecuada de la inversión es mucho más importante que un pequeño ahorro en comisiones.
Incluso si se selecciona correctamente el perfil, la volatilidad se maneja mucho mejor con el acompañamiento de un asesor durante las crisis de mercado. Experiencias como la pandemia o la crisis de 2008 son especialmente difíciles de enfrentar sin ayuda.
Finalmente, supongamos que usted invierte como persona física a la que preocupan los gastos. Lo más eficiente en términos de costes serían fondos de su perfil con las mismas comisiones de gestión que pagaría por una cartera gestionada. ¿Por qué? Porque no pagaría IVA y porque no se puede deducir los gastos de gestión discrecional, según el Artículo 26.1.a de la Ley del IRPF.
Por lo tanto, si va a delegar la selección de índices en los que invertir, le convendría elegir fondos que se ajusten a su perfil o que en conjunto tengan la distribución de su perfil. Sin embargo, los fondos perfilados ya no están de moda. En el pasado, muchos fondos perfilados han decepcionado, especialmente los conservadores, aunque no creo que esto se deba a las comisiones, ya que algunos tenían costes muy ajustados.
Marta Díaz-Bajo es socia directora de estrategia de atl Capital
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