Alemania da un buen paso con las pensiones
Creará un pequeño fondo que se financiará con deuda pública e invertirá en Bolsa mundial
Acorralado por su propia promesa electoral de proteger el sistema de pensiones, el Gobierno alemán ha encontrado una forma original de frenar la inevitable crisis que crearán sus promesas: un fondo especial, financiado con empréstitos públicos y encargado de invertir en renta variable mundial. Con el tiempo, los retornos ayudarán a financiar las pensiones. El fondo, que se espera que alcance los 200.000 millones en una década, es demasiado pequeño. Pero puede mostrar el camino.
Más del 22% de la población alemana tendrá 65 años o más en 2023, la proporción más alta entre las principales economías europeas tras el 24% de Italia. Como la mayor parte del continente, el país tiene un sistema de cotizaciones. Las pensiones públicas equivalen al 10%-15% del PIB en Alemania, Francia e Italia; en Reino Unido, predominan los planes privados, y el sistema estatal equivale solo al 5% del PIB.
Los tres partidos de la coalición de Scholz prometieron no recortar las prestaciones ni subir los impuestos para financiar el déficit de las pensiones. Tampoco quieren elevar la edad de retiro, que pasará de casi 66 años a 67 en 2029. Mientras, se jubilan millones de baby boomers. Alemania tenía seis trabajadores por pensionista a principios de los sesenta; ahora son dos a uno, y bajando. La originalidad del fondo Generación de Capital es que requerirá endeudamiento público, pese a la arraigada aversión del país a ello. Pero no contará para el estricto freno de la deuda que impone disciplina fiscal al Gobierno. Además, invertirá dinero público en Bolsa. El ministro de Hacienda, Christian Lindner, espera retornos superiores al 3% o 4%, una vez deducidos los costes del servicio de la deuda. De ser así, los 8.000 millones anuales que producirá el fondo dentro de 10 años solo harían una abolladura en el déficit de las pensiones, que el Gobierno subvenciona este año con 127.000 millones, el 27% del Presupuesto federal.
El fondo no librará a los trabajadores de cotizaciones más altas o prestaciones más bajas, ni al Gobierno de una mayor financiación. Pero es un paso en la buena dirección, sobre todo porque se gestionará con independencia del Ejecutivo y no se limitará a las acciones alemanas. Podría servir de modelo para otros países, al demostrar que el dinero público invertido puede ayudar a pagar las pensiones.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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