Emiratos toma partido en la IA por EE UU
El acuerdo entre Microsoft y la firma de Abu Dabi G42 muestra los límites de la neutralidad del país del Golfo
A Emiratos Árabes le gusta considerarse una especie de Suiza del Golfo. La participación de 1.500 millones de dólares de Microsoft en la firma de IA de Abu Dabi G42, anunciada el martes, muestra los límites de su neutralidad entre EE UU y China. El presidente de Microsoft, Brad Smith, entrará en el consejo de G42, y aquella venderá a esta una parte de su capacidad en la nube, según una fuente cercana. Y G42 podrá usar sus modelos de IA en las plataformas de Microsoft. Pero además, G42 tiene que dejar de usar los equipos de Huawei.
En cierto modo, China y EAU mantienen una estrecha relación, entre otras cosas, por el petróleo. El comercio entre China y Oriente Próximo y el norte de África ascendió a 505.000 millones en 2022, tres cuartos más que una década antes. La construcción de una instalación portuaria china secreta cerca de Abu Dabi también había complicado las relaciones con EE UU. Pero a medida que EAU invierte en desarrollar un nodo de IA como parte de su plan para diversificar su economía, hay señales de cambio. En 2023, EE UU restringió las exportaciones a EAU de chips diseñados por Nvidia, en parte por temor a que se compartieran con China.
Microsoft gana mucho con el acuerdo. Aunque no entró en EAU hasta 2019, el Golfo ha sido una región difícil para vender la nube, por las restricciones sobre tipos particulares de datos que se pueden almacenar. La operación le da ventaja sobre rivales como Amazon. McKinsey calcula que las industrias del petróleo y el gas podrían generar un ebitda para la nube de 82.000 millones en 2030. También hay una razón no política para el acuerdo: la tecnología de Huawei no estaba suficientemente desarrollada para satisfacer las necesidades de EAU, según una fuente cercana.
Aun así, la secretaria de Comercio de EE UU, Gina Raimondo, se puso en contacto con sus homólogos de Abu Dabi en relación con las medidas de seguridad del acuerdo. Eso lo asemeja a la reciente participación de Intel, respaldada por Washington, en un acuerdo israelí sobre chips por 25.000 millones. Microsoft podrá auditar el uso que haga de su tecnología G42, y esta tendrá que pedir permiso para compartir sus tecnologías con otros Gobiernos, según el NYT. La imitación de Suiza de EAU es cada vez menos convincente.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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