Difícil dilema en el caso de los opioides
Los jueces decidirán si evitar dar una excesiva protección a la familia Sackler, a costa de desechar un acuerdo que gusta a la mayoría de los perjudicados
El Tribunal Supremo de EE UU podría enderezar un mal precedente y, al tiempo, hacer muy infelices a las facciones enfrentadas implicadas en su fallo. Es el dilema que afrontan las partes del caso Purdue Pharma y los opioides: entre ellos, los estados, los particulares y los Sackler, fundadores de la firma. Los jueces tendrán que sopesar si poner fin al proceso de conceder protección legal a unas partes que no se declararon en quiebra y, al tiempo, desechar un acuerdo que gusta a la mayoría de los perjudicados. Eso podría mejorar el proceso debido, pero empeorar el asunto en cuestión.
El tribunal escuchó el lunes los argumentos sobre si aprobar o no un acuerdo para pagar 10.000 millones de dólares a estados, municipios, hospitales y particulares, al tiempo que se da protección legal a los Sackler. El acuerdo lo aprobó un tribunal en 2021, pero una división del Departamento de Justicia lo elevó a juicio: argumentaba que la protección por quiebra está pensada para deudores con problemas financieros y no para gente como la familia Sackler, que no se ha declarado en quiebra.
Según la demanda, la familia retiró 11.000 millones de Purdue, pero solo aportó 6.000 millones al acuerdo. La jueza progresista Elena Kagan y el juez conservador Neil Gorsuch hicieron preguntas que indicaban su incomodidad con esos escudos legales. Kagan señaló que daban a los Sackler un mejor resultado que un despido normal al protegerlos contra denuncias como mala conducta intencionada. Gorsuch se cuestionaba si impedir que los no participantes puedan acabar acudiendo a un tribunal entra en conflicto con el proceso debido.
Puede que no se emita un fallo hasta dentro de unos meses, pero el dilema es desconcertante. Como señaló el juez Brett Kavanaugh, estos acuerdos son una práctica común. Si se pone del lado del Gobierno, el Supremo podría depurar el proceso de quiebra que a menudo protege a individuos y empresas. Si lo desecha, los afectados por los opioides tendrán que esperar más para una resolución.
Más del 95% de los demandantes apoyan el acuerdo; han renunciado a los tribunales a fin de cerrar el capítulo. Puede que sea un esfuerzo por obtener el resultado menos malo. Por ahora, empero, o bien las víctimas tendrán que esperar, o bien lo harán quienes quieren acabar con los escudos de la quiebra.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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