La operación china de Stellantis es un ingenioso atajo para sus coches eléctricos
La compra del 21% de Leapmotor le permitirá acceder a su experiencia tecnológica y de eficiencia de costes
Stellantis anunció el jueves que pagará 1.600 millones de dólares por el 21% del fabricante chino de coches eléctricos Zhejiang Leapmotor, además de los derechos exclusivos para vender sus coches en el extranjero. El acuerdo podría acelerar las ambiciones ecológicas de su consejero delegado, Carlos Tavares.
Stellantis cuenta con un garaje de marcas históricas y una red de distribución mundial madura. Pero solo el 5% de sus ventas del año pasado correspondieron a vehículos de batería, así que está muy lejos de cumplir la prohibición de los coches de combustión prevista por la UE para 2035. También le ha costado ganar cuota de mercado relevante en China, pese a que Jeep fue la primera marca occidental en entrar en el país, hace unas cuatro décadas.
Asociarse con Leapmotor podría ayudarle a mejorar sus perspectivas ecológicas. La marca con sede en Hangzhou está especializada en eléctricos para la gama media y alta de su mercado nacional, donde las últimas ofertas suelen ser más asequibles y tecnológicamente avanzadas que los coches equivalentes fabricados en Europa. Stellantis podría aprender de la experiencia tecnológica y la eficiencia de costes de su socio, fruto del competitivo panorama chino: un tercio de las ventas en el país son ahora vehículos de nueva energía.
La apuesta china de Stellantis, que coincide con un empeoramiento de las relaciones entre Oriente y Occidente, no es barata. Representa una prima del 19% sobre el precio de cierre del día 25. A 43,8 dólares hongkoneses por acción, el acuerdo valora la empresa en 7.500 millones de dólares, más de cuatro veces sus ventas totales en 2022. Se trata de un valor relativamente alto, ya que el múltiplo medio de sus competidores de mayor tamaño Nio, Xpeng, Li Auto y BYD, se sitúa en torno a 2,6 veces, según datos de LSEG.
Y Stellantis tampoco tiene un buen historial en el trato con socios del país asiático. En 2022, anunció la disolución de una larga joint venture con el Grupo GAC.
Los inversores de Leapmotor también parecen nerviosos por poner todos los huevos en la cesta de Stellantis a través de un acuerdo de licencia exclusiva. Pero al asociarse con Stellantis, que tiene profundas raíces en Francia e Italia, la compañía china podría abrir una nueva vía de entrada en los 27, donde los políticos se muestran cada vez más nerviosos ante los fabricantes chinos. La empresa conjunta prevista también podría permitir a Stellantis vender más en el país asiático.
Pese a los riesgos, el atajo hacia la vía rápida de los eléctricos es demasiado tentador para Stellantis.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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