La revolución de la obesidad se ceba en un fabricante de diálisis
Fresenius, dueño de QuirónSalud, se hunde en Bolsa por las promesas de los fármacos contra el sobrepeso
Los fabricantes de equipos de diálisis renal parecen abocados a ser las últimas víctimas del auge de los fármacos antiobesidad. El miércoles, la acción de Fresenius Medical Care, que cotiza en Alemania, cayó un 20% (luego remontó un poco) después de que un ensayo demostrara que un medicamento de Novo Nordisk puede reducir el riesgo de insuficiencia renal. Ante la perspectiva de menores beneficios, la matriz de la empresa, un conglomerado de 14.000 millones también llamado Fresenius (y dueño de los hospitales españoles QuirónSalud), podría acelerar una intervención quirúrgica muy necesaria.
Los fármacos contra la diabetes y la obesidad están mostrando sus beneficios marginales. En un reciente ensayo clínico de la propia compañía, Wegovy, un remedio contra la obesidad fabricado por la danesa Novo Nordisk, reducía en un 20% la incidencia de episodios cardiovasculares graves, como accidentes cerebrovasculares e infartos, en pacientes con sobrepeso. El martes, un medicamento para la diabetes que comparte el mismo principio activo que Wegovy, la semaglutida, demostró que podía reducir la insuficiencia renal. El éxito pone de relieve cómo estos fármacos, que imitan una hormona natural llamada GLP-1, pueden asaltar el mundo médico y más allá, dejando a las empresas lidiando con inesperadas reducciones de beneficios.
El desplome de la cotización de Fresenius Medical Care parece apropiado. Kidney International calcula que hasta un tercio de las enfermedades renales en EE UU están relacionadas con la obesidad. La rápida aceptación de los medicamentos a base de semaglutida hará que haya muchas menos personas con sobrepeso, lo que reducirá la necesidad de las máquinas de diálisis de Fresenius.
Este futuro ensombrecido podría acelerar la disgregación del gran grupo Fresenius, que se compone de Vamed, un negocio de desarrollo hospitalario, así como de las divisiones de medicamentos intravenosos y gestión hospitalaria. También posee un 32% en la empresa de diálisis, que cotiza; y nombra a su consejo. Su CEO, Michael Sen, está a punto de modificar la estructura jurídica para que los accionistas tengan más poder de decisión sobre la gestión. Los crecientes problemas del fabricante de equipos de diálisis podrían convencerle para liberarlo por completo.
PepsiCo
Los fármacos antiobesidad también empiezan a afectar a las empresas de consumo. PepsiCo está engordando su cuenta de resultados mientras los clientes empiezan a adelgazar. El proveedor de Gatorade y Cheetos aumentó su beneficio operativo un 14%, hasta unos 4.000 millones de dólares, tras subir los precios al menos un 10% por séptimo trimestre consecutivo. Sin embargo, la cantidad de bebidas y aperitivos vendidos está cayendo, y los fármacos antiobesidad apenas empiezan a hacerse notar. El crecimiento será cada vez más difícil.
Los prometedores tratamientos para adelgazar de Eli Lilly y Novo Nordisk ya han tenido un efecto psicológico. La acción de Pepsi ha caído un 14% desde mayo, frente a la subida del 5% del S&P 500 en el mismo periodo. Coca-Cola, su rival, ha sufrido una caída similar. El jefe de las farmacias de EE UU de Walmart declaró a Bloomberg que los clientes que toman Ozempic, Wegovy y otros están reduciendo sus compras de comida basura. Según las previsiones de Morgan Stanley, en la próxima década, el 7% de la población de EE UU, es decir, 24 millones de personas, consumirá este tipo de medicamentos.
Los últimos resultados de Pepsi han disipado los temores de un impacto inmediato, pero también plantean interrogantes. Ramon Laguarta, su jefe, dijo a los inversores el martes que los efectos de los fármacos han sido hasta ahora “insignificantes”, y citó la urbanización y el hecho de que los compradores dejen de comer comidas completas y se dediquen más a picar entre comidas como razones de su reciente éxito. Está reduciendo además el sodio, la grasa y el azúcar de toda su cartera, pero las patatas fritas y los refrescos seguirán siendo sus productos básicos durante mucho tiempo.
Pese a la moderación general de la inflación, Laguarta afirmó que Pepsi tiene previsto seguir subiendo los precios una cantidad “modesta” el año que viene, reconociendo que el alza de los ingresos y un mayor margen de beneficios se compensan entre sí. Los resultados sugieren un ligero cambio respecto a los comentarios de febrero, según los cuales las alzas de precios se ralentizarían. Los clientes podrían perder fácilmente la paciencia. En 2021, Frito-Lay eliminó cinco Doritos de cada bolsa, pero cobrando lo mismo, según Quartz.
Ya hay indicios de rechazo. El volumen de ventas de Pepsi, ajustado por adquisiciones y otros factores, cayó un 2,5% en el tercer trimestre. A medida que la elasticidad de los precios se debilita y el apetito de los consumidores se frena con química, son las perspectivas de expansión de la empresa las que serán menos saludables.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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