Inteligencia artificial y educación en España, ¿quo vadis?
Al igual que ocurre en los entornos profesionales, la colaboración escolar de la IA debe producir, por lo general, resultados de mayor calidad
¿Quo Vadis? (¿A dónde vas?), es esa frase latina, apócrifa, atribuida a Jesucristo, recitada al apóstol Pedro cuando decidió abandonar la ciudad por la persecución a los cristianos. En el caso de la inteligencia artificial y el sistema educativo español podríamos aplicarnos la misma pregunta: ¿hacia dónde vamos?
Con la inteligencia artificial (IA para simplificar), estamos sufriendo un efecto parecido a muchas tecnologías que se ponen de moda: el bosque no nos deja ver los árboles. Hay un primer hecho: los grandes modelos del lenguaje desarrollados con IA (como los famosos GPT) y sus derivadas se han convertido en un elemento de experimentación y uso por la sociedad en general. Y este fenómeno no va a menos, sino a más. Todas las semanas hay avances en la materia de la IA generativa, aquella IA que crea elementos nuevos (imágenes, vídeos, audio y texto).
Sin embargo, en España hay un miedo escénico a la introducción de la IA y su uso en los niveles educativos, sobre todo en los superiores, llegándose a prohibir su uso o con la contratación de sistemas muy caros que supuestamente detectan el plagio de trabajos realizados con ayuda de los GPT, y que han tenido que reconocer demasiadas veces que producen falsos positivos, por ejemplo acusando de plagio a obras originalmente humanas, entre ellas el libro más leído de la historia: la Biblia.
La incorporación de la tecnología en los procesos educativos ha sido y es siempre un reto muy complejo. Podemos recordar las discusiones que generaron las calculadoras, produciendo huelgas en 1988 de profesores de matemáticas porque temían por la pérdida de habilidades por el alumnado al utilizar dispositivos electrónicos, el uso de buscadores de información o enciclopedias online en las clases. Ahora vemos lo injustificado y absurdo de estas prohibiciones, cuando se ha demostrado que hemos mejorado el pensamiento matemático como sociedad al integrar de forma natural el uso de calculadoras en la educación.
Recientemente, en Estados Unidos se han realizado dos encuestas diferentes del uso de sistemas GPT tanto por profesores como por alumnos, concluyendo que el mayor uso de estos sistemas se realiza por parte de…los profesores. La proactividad a la hora de proponer preguntas de exámenes, realizar resúmenes de temas o hasta como ayuda a corrección de exámenes se ha demostrado que mejoran la productividad de los docentes.
Al mismo tiempo que se deben incluir la IA en el sistema educativo, es absolutamente necesario que se desarrolle el pensamiento computacional desde edades tempranas, para que tanto los estudiantes como los profesores aprendan a desarrollar un espíritu crítico con las tecnologías y que permita discernir qué es correcto y qué es ético. Actualmente, en la enseñanza secundaria, como mucho podemos encontrar asignaturas optativas llamadas Informática (sic) o Tecnología, donde los currículos dejan poca imaginación al profesor para innovar en su docencia. En la Universidad de Alicante están desarrollando el proyecto Aula IA, proyecto abierto de divulgación científica financiado por FECYT que tiene como objetivo acercar los conceptos de IA a las aulas de educación primaria mediante el desarrollo de materiales docentes (manuales, vídeos, actividades de autoevaluación) tanto para el alumno como el profesorado.
Esta introducción de la IA en el sistema educativo debe ir acompañada de un análisis en profundidad del sistema de evaluación del alumnado. Al igual que ocurre en los entornos profesionales, la colaboración de las personas con la IA debe producir, por lo general, resultados de mayor calidad. Esta mayor calidad de las tareas académicas requerirá de nuevas propuestas de evaluación por parte del profesorado, especialmente para aquellas actividades que hoy consideramos de trabajo individual. El concepto de actividad individual, deberá incluir a la IA.
No debemos dejar de lado los retos de la seguridad, ética y privacidad en el contexto de la IA en la educación. En España y Europa, necesitamos de empresas que desarrollen plataformas y sistemas sólidos y seguros para garantizar la protección de datos personales y críticos. También necesitamos crear una cultura de seguridad y la participación de especialistas en este campo.
Debemos propiciar que la IA apoye a la inteligencia humana a liberar todo su potencial creativo. El sistema educativo puede implementar gradualmente la IA para abordar cuestiones que ahora mismo nos parecen ciencia ficción, como serían la educación personalizada y la reducción del fracaso escolar de estudiantes. La IA puede ayudar a crear una sociedad más justa, siempre que se afronte el reto de forma decidida y con decisiones motivadas según criterios objetivos y no con miedos sin un sentido lógico.
Andrés Pedreño Muñoz /Francisco José Mora Más/ Antonio Sánchez Zaplana son Fundador de Torre Juana OST y 1millionbot /Catedrático de Tecnología Electrónica de la UPV /Presidente de AlicanTEC
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