Por qué nunca es buen momento para subir los tipos, y los últimos días de verano del empleo
El BCE podría haber reaccionado antes a la inflación, pero tampoco habría caído bien
No es habitual que una autoridad, de ningún tipo, reconozca que se ha equivocado, como hizo ayer Christine Lagarde, presidenta del BCE, al admitir que la entidad, al igual que varias de sus homólogas (sobre todo las de Occidente), subestimó la inflación pospandémica y su persistencia. Pero no está claro que, como dijo también la dirigente, la opinión pública sintiera mucha más simpatía por el banco de haber reaccionado antes. Solo hay que ver las declaraciones de algunos políticos, de países como España o Italia, que rechazan las subidas de los tipos por su efecto en las hipotecas y porque pueden provocar una recesión, y minusvaloran su poder desinflacionario. Lo que debe asumir Lagarde, como sus colegas, es que subir los tipos, aunque sea una herramienta fundamental para manter el orden financiero, es siempre antipático; mucho más que abrir el grifo de la liquidez, pese a que esto también tenga parte de la culpa del aumento de los precios. Y que, de haber endurecido antes la política monetaria, también se la habría criticado, quizás acusándola de lo contrario: de sobrerreaccionar ante una inflación que, habrían dicho, era solo el rebote natural pos-Covid.
Renault afronta en primera la transición al coche eléctrico
Renault prefiere ir en primera con el coche eléctrico en España, y fabricar vehículos híbridos. Considera, con motivos, que aún se compran pocos automóviles de batería puros en el país. Son caros y la red de infraestructuras es escasa.
También se toma con calma la división del grupo en dos empresas, una centrada en los nuevos modelos y otra en los de combustión de toda la vida. Prevé que se sigan vendiendo durante décadas fuera de Europa. Puede ser, pero también puede ocurrir que, cuando se abaraten lo suficiente los eléctricos, su expansión sea geométrica y las líneas de producción clásicas se queden bruscamente obsoletas.
Aún quedan días de verano para el empleo
La depresión posvacacional es más acusada si cabe en España, país cuya economía depende tanto del turismo. Aunque para muchos trabajadores llega por fin un deseado descanso después de las horas extra veraniegas, también les saca del mercado laboral ante un invierno incierto. Pero eso se verá en los datos de empleo de septiembre; los de agosto reflejan más bien cómo las empresas del sector educativo, la construcción y las manufacturas despiden a sus empleados para que sea el Estado el que les pague las vacaciones, algo que no evita el contrato de fijo discontinuo. Las cifras del mes pasado no son definitivas sobre si el estancamiento que se observa en otros países europeos está empezando a contagiarse a España. Aún quedan días de verano.
La frase del día
“Hemos firmado un acuerdo con Arabia Saudí para impulsar las inversiones en áreas estratégicas, como la energía. Tenemos que partir de la premisa de que el mundo es muy diferente de los valores con los que seguimos firmemente comprometidos”
Adolfo Urso, ministro de Industria de Italia
¿De qué sirve hacer cesiones fiscales a las autonomías si se cambian las reglas?
No se entiende muy bien cuál es el objetivo último de las cesiones fiscales a las autonomías. Se supone que, si se las deja controlar algunos impuestos y tramos de otros comunes, es para fomentar la competencia entre ellas, a fin de atraer más ingresos, aunque eso suponga un perjuicio para el resto. Por eso no tiene mucho sentido escandalizarse cuando alguna, como la Comunidad de Madrid, toman la palabra al sistema y aplican una bonificación completa al impuesto de Patrimonio.
El Gobierno se ha sacado de la manga un impuesto de solidaridad para las grandes fortunas, que en la práctica anula la cesión fiscal de Patrimonio. Para todas las regiones, menos País Vasco y Navarra, que juegan con otras reglas.
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