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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El atracón saudí es un penalty presupuestario para los clubes europeos

Falta mucho para que el fútbol del Golfo pueda competir en ingresos con la Premier League inglesa o LaLiga

Neymar holds their shirt as he poses with President Fahd
Neymar, junto con el presidente del Al Hilal, Fahd bin Saad Al-Nafel, el pasado día 15.HANDOUT (REUTERS)

La búsqueda de estrellas del fútbol por parte de Arabia Saudí es más una oportunidad que una amenaza para los clubes europeos. El delantero brasileño Neymar da Silva Santos Júnior es el último futbolista famoso que se ha marchado a Oriente, tras fichar por el Al-Hilal, de propiedad estatal, procedente del París Saint-Germain, por unos 90 millones de euros. Sigue los pasos de otras estrellas como Cristiano Ronaldo y Karim Benzema. El atracón saudí puede ayudar a los equipos europeos a recaudar fondos y cumplir las nuevas y estrictas normas financieras. La cuestión es si el propio Reino podría convertirse algún día en un jugador serio.

La liga Saudí Roshn (inmobiliaria estatal que la patrocina) es uno de los pichichis en el mercado de traspasos de futbolistas. Esta temporada, clubes como el Al-Nassr y el Al-Ittihad, ambos respaldados por el Fondo Saudí de Inversión Pública, han gastado más de 550 millones de euros en fichar a jugadores como Neymar (90 millones, según la BBC) y Rúben Neves, según Transfermarkt. La Premier League británica se ha embolsado más de un tercio de ese dinero.

Según el Sports Business Group de Deloitte, la primera división saudí, que cuenta con 18 clubes, ocupa este año el segundo lugar en gasto neto en jugadores a escala mundial, solo por detrás de la Premier League, y supera a LaLiga española.

La restricción salarial europea puede hacer que las operaciones sigan fluyendo. La UEFA, organismo rector del fútbol europeo, ha introducido nuevas normas que limitan el gasto de los clubes en salarios, traspasos y honorarios de agentes al 70% de sus ingresos. Eso les da una razón para deshacerse de jugadores caros. Casi la mitad de los clubes de la Premier League británica ya superaban ese límite en la temporada 2021-22, según el análisis de Deloitte. El hecho de que Arabia Saudí no tenga esas normas convierte sus clubes en lógicos compradores.

Tales traspasos podrían ser un gol en propia meta. El príncipe heredero saudí, Mohammed Bin Salmán, quiere convertir la incipiente industria futbolística del Reino en una fuerza global. Si Riad sigue acaparando grandes estrellas, los clubes occidentales podrían perder algún día valiosos ingresos por merchandising y derechos de televisión.

Sin embargo, para hacer realidad ese sueño hará falta algo más que algunos de los trucos de Neymar sobre el terreno de juego. Las audiencias mundiales del fútbol saudí siguen siendo bajas: DAZN, el servicio de streaming respaldado por el multimillonario de origen ucraniano Len Blavatnik, acaba de asegurarse los derechos saudíes en seis países por apenas 500.000 dólares, según Bloomberg.

El intento de China de crear una superliga mundial, que le permitió hacerse con jugadores como Oscar y Marouane Fellaini en la última década, aún no ha mermado los ingresos de los clubes occidentales. Y con la demanda mundial de petróleo tocando techo, el Reino puede decidir pronto que hay mejores usos para su dinero. Los clubes europeos deberían aceptar el dinero antes de que pite el árbitro.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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