Lo que asume la euforia de la IA y lo que sabe hacer Zuckerberg
La renovada fiebre por las tecnológicas prevé que se repita la historia de internet
El auge de la inteligencia artificial ha provocado un repunte inesperado de las grandes empresas de internet y de las tecnologías asociadas. El quid de la cuestión para justificar las revalorizaciones de Microsoft, Google, Nvidia y compañía es que puedan conseguir acceso a los datos, la materia prima de la que aprenden los robots que hablan y escriben (aún no está claro que piensen, aunque eso se podría decir de algunos humanos también). Pueden interferir en su camino tanto los reguladores, con la consabida legislación de protección de datos (que ya está frenando el despliegue de Threads, la nueva red social de Meta), como las propias empresas que los generan, que están empezando a poner barreras a su acceso (véase Reddit o Twitter).
El enorme incremento de valor en unas pocas empresas revela también que los inversores creen que el sector estará tan concentrado como ha acabado estando, inesperadamente, internet. Pero siempre habrá otras, las que hacen las herramientas y las infraestructuras, que se llevarán parte de la rentabilidad.
La inversión sostenible cotiza al alza y ofrece un variado catálogo
Que las petroleras coticen al alza en Bolsa no es incompatible con que lo hagan también los valores relacionados con la transición energética y la sostenibilidad ambiental. El fondo NSF Cambio Climático+ invierte, por ejemplo, en empresas de aislamientos térmicos. Les gustan también los fabricantes de baterías para coches eléctricos, pero los principales son chinos y forman parte de grupos complejos, en los que también hay energía nuclear, que no entra en los criterios verdes del vehículo. Y hay espacio también para Tesla, que el gestor Gregg Supravsky considera una especie de Apple de los coches.
España entra en una parte de la amplia cadena de producción de los chips
El Perte de los chips había generado hasta ahora un explicable escepticismo, dada la escasa tradición de esta industria en España, pero el ambicioso plan empieza a dar sus frutos. La estadounidense Broadcomm –y no será porque no hay incentivos en su país– abrirá aquí una planta de ensamblaje y pruebas. No es una parte del proceso tan potente y glamurosa como la del diseño y la fabricación en sí, pero no deja de ser un gran paso adelante para la industria española.
El sector de los semiconductores es tan amplio y complejo, que ofrece oportunidades para todos: también países como India están luchando por atraer partes de la cadena. La experiencia en Silicon Valley del comisionado del Perte, Jaime Martorell, empieza a notarse.
La frase del día
“En ciertas circunstancias, EE UU tendrá que adoptar medidas para proteger su seguridad nacional. Pero no debemos permitir que eso conduzca a malentendidos que empeoren innecesariamente nuestra relación económica con China”
Janet Yellen, secretaria del Tesoro de EE UU
Zuckerberg no tiene grandes ideas, pero sabe llegar a la rentabilidad
Mark Zuckerberg pagó 20 millones de dólares (y otros 45 millones en acciones) a los gemelos Winklevoss para que retiraran la acusación de que les había copiado la idea de ConnectU para crear Facebook. Luego compró WhatsApp, e Instagram, dentro de la cual lanzó Stories y Reels, formatos similares a Snapchat y TikTok, respectivamente. Así que no debería sorprender a nadie, y menos a Elon Musk, que Threads se parezca mucho a Twitter. Esta acusa a Meta de haber contratado a parte de los ingenieros despedidos en los últimos meses de la red del pajarito, que se habrían llevado secretos de propiedad intelectual a la competencia. Sea así o no, lo cierto es que Meta sí ha logrado la rentabilidad con sus plataformas, mientras que Twitter nunca lo ha hecho, tampoco antes de Musk.
Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, Twitter y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días