El equilibrio de los bancos centrales y la antipática importancia de la defensa
Las entidades emisoras deben tener balances ordenados, pero sin obsesionarse
¿Pueden los emisores de dinero quedarse sin ídem? No, en realidad no, pero sí pueden entrar en pérdidas, como les está ocurriendo a los bancos centrales por el brusco cambio de la política monetaria. La rentabilidad de su cartera de bonos es muy escasa, mientras tienen que pagar intereses cada vez más generosos por las reservas bancarias. Le puede pasar al Bundesbank, al banco central alemán, que siempre ha sido muy reacio a la flexibilidad monetaria del BCE, y al que seguramente culpará de esta situación. El tribunal de cuentas alemán avisa de que el Estado puede tener que inyectar capital público en el Bundesbank, lo cual, se dice, podría afectar a su independencia. Pero eso no se cuestiona cuando obtiene beneficios, que a su vez entrega al Estado: un banco central no tiene por qué dar rentabilidad a los accionistas, sino que simplemente debe ordenan los mercados como mejor pueda. Es recomendable que no incurra en pérdidas ni beneficios excesivos, que implican descontrol sobre la realidad financiera, pero tampoco ha de obsesionarse por los números negros... ni aunque sea alemán.
La reforma del sistema de fijación de capacidad ferroviaria es más que necesaria
Los usuarios de Renfe se quejan de que no pueden comprar con adelanto los billetes para Navidades: en este caso no es problema de su web, sino de la regulación, que establece unos plazos concretos para la fijación de horarios y servicios, uno de los cuales es la segunda semana de diciembre. La CNMC se ha dado cuenta de este problema, que pone en desventaja al tren respecto al avión o el autobús, y reclama una reforma del sistema, cuya necesidad es más que evidente; más, si cabe, tras la reciente liberalización del transporte de pasajeros. Ahora hace falta, además, flexibilidad en las condiciones de contorno.
La bajada del IVA de los alimentos va dejando de ser una medida temporal
La bajada del IVA de los alimentos se planteó en principio para que fuera de corta duración, puesto que el Gobierno confiaba en que los precios se moderarían a los pocos meses de su entrada en vigor, el 1 de enero. Pero el tiempo pasa, y factores como la sequía se han sumado a los conocidos por todos para que el encarecimiento de los alimentos más básicos resista, de modo que el Consejo de Ministros aprobará hoy la prórroga, hasta final de año, de la reducción del IVA de los comestibles. Es una medida que favorece a todos los hogares, algo que contradice las recomendaciones de organismos como el FMI, y su efecto acaba absorbiéndolo la demanda; pero es difícil argumentar contra una medida destinada a abaratar un poco lo más fundamental.
La frase del día
¿Mantendremos los niveles de inflación pre-Covid al final de esta crisis? La respuesta es no. Los esfuerzos del Gobierno por relocalizar la industria en suelo nacional tendrán un efecto estructuralmente inflacionista, y a eso se sumará la transición climática
Bruno Le Maire, ministro de Economía francés
La defensa, un sector antipático pero importante para la industria
Si vis pacem, para bellum. Cada vez hay menos guerras en el mundo (las pocas que hay resaltan más por eso mismo), pero la de Ucrania, que se está cronificando (con sucesos graves y estrambóticos como la rebelión del batallón paramilitar Wagner en Rusia), ha recordado la importancia de tener un buen ejército para evitar precisamente a que otro le de por atacar. Eso ha dado un nuevo impulso al sector en Europa y en particular en España. Al no ser especialmente sostenible, ni demasiado digital, ni muy inclusivo, resulta incómodo para los políticos. La industria requiere perfiles muy preparados y especializados, y paga sueldos un 85% superiores a la media, con escasa rotación de personal.
Las valoraciones bursátiles indican que los inversores auguran riesgos geopolíticos para rato.
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