Detroit acierta cediendo ante Tesla (esta vez)
Tras asumir la tecnología de cargadores de Musk, el riesgo para General Motors y Ford es que Apple o Google controlen otros nuevos negocios
A veces tiene sentido tirar la toalla. General Motors anunció el jueves que adoptará el diseño de los cargadores eléctricos de Tesla, uniéndose a Ford y consolidando probablemente esta tecnología como estándar en EE UU. La medida allana el camino a sus florecientes divisiones de baterías, al tiempo que cede unos modestos ingresos a la firma de Elon Musk. Pero el riesgo es que otras partes más lucrativas de sus vehículos, como el entretenimiento del salpicadero, también estén en juego.
Tres diseños de enchufes de carga para coches eléctricos se han batido en duelo en Norteamérica. Es un problema: los conductores necesitan poder cargar las baterías de forma fiable durante los viajes de larga distancia. Llegar a una gasolinera con el enchufe equivocado podría desanimar al comprador.
Unirse en torno al diseño de Tesla ayudará. Su red de supercargadores ya cuenta con el 60% de los cargadores rápidos de EE UU y Canadá, que recargan rápidamente las baterías. Los clientes de GM y Ford tendrán ahora acceso a la infraestructura más extendida. Tesla, Ford y GM representarán tres cuartos de los coches eléctricos vendidos en 2022, según Experian.
Y aunque los clientes de GM y Ford pagarán ahora a Tesla por la recarga, los analistas de Wedbush y Piper Sandler sitúan la oportunidad de ingresos para la firma de Musk en solo unos 3.000 millones de dólares para 2030. Eso supone el 4% de los ingresos de Tesla en 2022.
Pero los de Detroit deberían tener cuidado con dar demasiado. Hay muchas partes de su coche eléctrico más allá de la recarga por las que otros están pujando. Apple y Google ofrecen software que sustituye al sistema de infoentretenimiento, y Tesla quiere que otros adopten su tecnología de autoconducción. La jefa de GM, Mary Barra, dice que su empresa mantendrá el control de ambos, pero el CEO de Ford, Jim Farley, ya dice que los fabricantes de vehículos han “perdido” frente a Apple en el contenido para coches. Mantener el control es crucial: el plan maestro de GM prevé que el software y los “nuevos negocios” supongan más de un cuarto de sus ingresos en 2030, con un margen de beneficio operativo que duplique el de la fabricación de automóviles. Barra y Farley han cedido un palmo a los advenedizos de la tecnología; Tesla y las big tech intentarán dar el siguiente paso.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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