Las llagas energéticas, y el juego de los bajistas
Repsol señala con acierto los problemas de la transición verde
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, hizo ayer un repaso certero al proceso de transición energética que vive el mundo, en particular Europa. Señaló las enormes dificultades que plantea, y volvió a lamentar algunas políticas más voluntaristas que eficaces, como la restricción de los vehículos de combustión. Estos desaparecerán de forma natural en la medida que sus alternativas sean más asequibles o útiles, pero prohibir sin ofrecer soluciones plantea enormes dificultades a los bolsillos más indefensos. Europa no debe ponerse más palos en las ruedas de los que ya le ponen Estados Unidos o China, y debe aprovechar al máximo su debilitada industria para explotar todos los caminos energéticos posibles, como está haciendo la propia Repsol.
Respecto al negocio en sí, la compañía prevé que este año se mantendrá la volatilidad. El alcance de la recesión o estanflación determinará el precio del petróleo, y los beneficios de las compañías del ramo. El oro negro sigue siendo protagonista indiscutible del mercado energético, y los Gobiernos deben ser socios, no rivales, de empresas y ciudadanos en el arduo trayecto hacia su sustitución.
Las cuentas de la jubilación anticipada son personales e intransferibles
Las cuentas de la jubilación anticipada tienen mucho que ver con la salud de los cotizantes y lo que tienen que perder en caso de renunciar a su sueldo. A quienes ganen poco, les resulta menos lesivo adelantar su retiro, porque en proporción su pensión baja menos que la de los sueldos más altos. Entre aquellas personas que alarguen su etapa laboral, y que reciben una bonificación por ello, aquellas que tengan más achaques preferirán el pago único, para aprovechar el dinero mientras pueden; a los que se vean con capacidad para vivir muchos años, les convendrá cobrarla en forma de aumento mensual.
Los bajistas reparten juego en un entorno de gran incertidumbre
Los bajistas han vuelto a mirar hacia los bancos españoles, ante la posibilidad de que las subidas de tipos de interés vayan frenándose en los próximos meses, y a otros factores, como el incremento esperado en la rentabilidad de los depósitos que se prevé. Los más castigados están siendo Bankinter y CaixaBank.
Los inversores que apuestan por la caída de valores siguen fijándose, como es lógico, en compañías endeudadas, que deben convivir con un entorno más complicado en lo financiero: léase Cellnex, pero también utilities como Enagás, Redeia y Solaria, acciones defensivas como Grifols (que sigue sin encontrar el final del túnel) y Fluidra, y empresas aparentemente muy sólidas como Sacyr. Dada la incertidumbre general, puede que salte alguna sorpresa.
La frase del día
“Las cifras de inmigración de Reino Unido [606.000 el año pasado, casi el triple de la media pre-Brexit] son demasiado altas, así de sencillo. Y quiero bajarlas”
Rishi Sunak, primer ministro británico
Se habla ya de burbuja en la IA, aunque quizá sea solo envidia
El juego de palabras es obvio: Nvidia es la envidia de la Bolsa ahora mismo, con una cotización que se acerca al deseado billón de dólares. Quizás sea esa misma envidia la que explica que se hable ya de burbuja en la IA, que es el servicio que utiliza los chips de Nvidia; o quizá sí haya razones objetivas para señalarlo. Curiosamente, en fenómenos burbujeantes anteriores, como el blockchain o el metaverso, tardó bastante en hablarse de sobrevaloración. Lo cierto es que la valoración de Nvidia está muy alta, y le costará sostenerla. Es posible que la falta de opciones atractivas en el mercado la haya convertido en la niña bonita de turno.
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