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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La disputa China-EE UU pesa sobre TSMC

Se ha mantenido relativamente indemne, pero Pekín podría presionar a las firmas locales y extranjeras que venden a los chinos para que compren componentes fabricados localmente

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de EE UU, Kevin McCarthy, en Simi Valley (California, EE UU), el 5 de abril.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes de EE UU, Kevin McCarthy, en Simi Valley (California, EE UU), el 5 de abril.ETIENNE LAURENT (EFE)

Crecen los riesgos que supone China para TSMC. Los beneficios del mayor fabricante de chips por contrato se resienten de la saturación mundial, pero la demanda debería de repuntar a finales de año. Las represalias de Pekín contra las sanciones de EE UU a los chips es un motivo de mayor preocupación.

TSMC se ha mantenido relativamente indemne desde que Washington intensificó las sanciones para frenar el desarrollo de chips en China. El dominio sin rival del grupo en chips de última generación significa que, incluso si no puede vender a la República Popular, hay muchos otros compradores. Perdió a Huawei, cliente importante, en 2020 al ser incluida en una lista negra de EE UU, pero aun así las ventas subieron un 31% ese año gracias a los fuertes pedidos de Apple, Advanced Micro Devices y otros.

Pero TSMC parece vulnerable. El organismo chino de vigilancia de la ciberseguridad está revisando los productos de Micron Technology, y podrían seguir más investigaciones sobre firmas occidentales. Chris Miller, autor de Chip War, cree que Pekín podría presionar a las empresas locales y extranjeras que venden a los consumidores chinos para que compren componentes fabricados localmente mediante barreras formales o informales a las importaciones de tecnología.

Ello perjudicaría a la firma taiwanesa de dos maneras. Primero, gracias a la generosa financiación y subvenciones del Gobierno, rivales chinos más pequeños como Semiconductor Manufacturing International están ampliando enérgicamente la producción de tecnologías relativamente maduras, como los chips de 28 nanómetros y más antiguos. Puede que no sean tan rentables como los chipsets avanzados que impulsan los últimos iPhone, pero generaron más del 30% de los ingresos de TSMC en 2022.

Segundo, aunque las firmas chinas solo suponen el 11% de los ingresos de TSMC, sus clientes están mucho más expuestos a la República Popular. Qualcomm, por ejemplo, registró unos ingresos procedentes de China de 28.000 millones de dólares en 2022, el 64% de sus ventas. Si los fabricantes de smart­phones compraran localmente o desarrollaran sus propios chips, la empresa de EE UU, que diseña chips pero depende de TSMC para producirlos, probablemente reduciría sus pedidos. La respuesta de Pekín a la presión de Washington definirá el alcance de la recuperación de TSMC.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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