¿Qué tiene que saber el inversor antes de invertir en fondos alternativos este 2025?
Las inversiones alternativas siguen acaparando el interés y ganando cuota de mercado
Hay vida más allá del mundo cotizado, y cada vez más personas son conscientes de ello y quieren diversificar su patrimonio con inversiones alternativas. Pero ¿es una opción apta para todos los bolsillos?
Lo primero que hay que saber se puede extrapolar a todos los tipos de activos y de inversiones: aunque algo se ponga de moda, no tiene que significar que sea válido para todos los perfiles. En general, antes de realizar cualquier tipo de inversión, es conveniente hacer un ejercicio de planificación financiera que ayude a la persona a entender para qué quiere invertir, qué horizonte temporal tiene, cuál es su perfil de riesgo y qué rentabilidad realmente necesita para cumplir sus objetivos.
La situación financiera y personal de cada inversor siempre es lo más importante a la hora de plantear si un producto le puede encajar o no. Al igual que lo es entender bien qué tipo de vehículo es, cómo funciona, sus condiciones, riesgos, fiscalidad, etc. Esto es una condición necesaria, que en el caso de las inversiones alternativas se vuelve primordial.
La iliquidez, el punto de partida de los fondos alternativos
Al ser productos ilíquidos, el inversor debe hacer un análisis de su situación financiera y patrimonial y consultar con un asesor financiero qué porcentaje de su patrimonio financiero puede destinar a este tipo de activos. Al ser una inversión ilíquida, normalmente con un plazo de unos 8 y 10 años, el inversor debe comprender muy bien qué implica que no vaya a poder rescatar su dinero hasta que pase ese tiempo. Aunque en algunos fondos el partícipe empieza a recuperar parte del dinero que ha ido invirtiendo antes de llegar al último año de vida del fondo, el objetivo de invertir en activos no cotizados es, precisamente, poder aprovecharse del largo plazo y “olvidarse de ese dinero” durante ese periodo.
Antes de que entrara en vigor la ley que ha rebajado el ticket mínimo para invertir en fondos alternativos de 100.000 a 10.000 euros, este tipo de activo estaba destinado a grandes inversores profesionales e institucionales para evitar ese riesgo de iliquidez, dado que ese tipo de inversores sí podían asumirlo. Aunque cada producto tiene sus propios mínimos, para evitar que pueda surgir alguna urgencia e imprevisto por la que un inversor necesite rescatar el dinero antes de que se cumpla el plazo del fondo, lo recomendable es que una persona no invierta más del 30% de su patrimonio financiero total en activos alternativos.
En el otro lado de la moneda, la iliquidez también tiene sus ventajas para el inversor. El hecho de no poder rescatar el dinero hace que se comprometa con su futuro y piense más a largo plazo. Es una manera de ser más consciente de que la inversión es un medio para conseguir algo para el futuro. Es decir, hay un objetivo claro que trasciende el día a día y la propia parte financiera.
Cómo incluir las inversiones alternativas en tu cartera financiera
La inversión en fondos alternativos es una muy buena forma de diversificar el patrimonio, ya que permite acceder a nuevas fuentes de rentabilidad invirtiendo en activos reales que descorrelacionan con los activos cotizados tradicionales. Una teoría que sobre el papel puede sonar muy bien, pero que en la práctica hay que saber aplicar y gestionar de forma que case con el resto de las inversiones y con la situación financiera y personal del inversor. ¿Cómo se construye una cartera de inversión teniendo en cuenta los activos cotizados, las inversiones empresariales y la parte inmobiliaria?
Antes hablábamos de que es importante que la inversión en alternativos no supere cierto porcentaje del patrimonio financiero del inversor. Tener la foto global del patrimonio, de todas las inversiones, del dinero en cuenta, de la situación financiera familiar y de las deudas es el primer paso para poder empezar a definir un plan y tener una estrategia de inversión global y adecuada a su proyecto de vida.
Para poder construir una cartera bien diversificada y equilibrada entre todos los activos y el abanico de opciones disponibles, es fundamental también no olvidar ni el horizonte temporal del inversor ni su perfil de riesgo. Y, lógicamente, la rentabilidad que el inversor realmente necesita.
Conjugar estos tres aspectos es lo que va a ayudar saber qué tipo de estrategia puede tener un inversor en inversiones alternativas - fondos de private equity, ya sean de fondos de venture capital, buyouts, etc., fondos de deuda privada o de sectores como infraestructuras, foodtech, energías renovables… - de forma que sea coherente con sus posiciones en otros activos y que realmente sea un complemento que ayude a reducir la volatilidad de la cartera y a diversificar el patrimonio para que pueda cumplir sus objetivos.