Société Générale se alinea con las previsiones de la Fed y anticipa dos recortes de tipos en 2025
La elevada demanda en los mercados permite una rápida recuperación tras el impacto arancelario


Más moderado de lo que muchos desearían y mucho más lento de lo que exige el presidente de EE UU, Donald Trump. En un contexto en el que aún se desconoce el alcance de los aranceles que finalmente aplicará la Casa Blanca y las posibles represalias de sus socios comerciales, los inversores analizan con lupa cada dato macroeconómico y cada declaración de los responsables de política monetaria. Las apuestas sobre los recortes de tipos se suceden, y mientras algunas firmas de inversión creen que sigue siendo demasiado pronto para hablar de recortes, Société Générale se alinea con las proyecciones de la Fed y anticipa dos bajadas de tasas en 2025. En el caso del BCE, tras ocho reducciones, Jaime Sanz, responsable de asesoramiento de rating para Estados, considera que los tipos en la zona euro están cerca de la zona neutral. Es decir, aquel no estimula ni contrae la economía. El experto anticipa, como mucho, un último ajuste en septiembre.
La elevada liquidez que aún persiste en el sistema ha permitido que el mercado de capitales se recupere pronto del impacto provocado por el órdago proteccionista de Donald Trump el pasado 2 de abril. A pesar de las dudas y el ruido político, el primer trimestre ha sido muy similar al de 2024: el volumen de emisiones alcanzó los 70.000 millones de euros. De ese importe, el 11% —unos 42.200 millones— correspondió a emisiones del sector público, incluyendo tres operaciones sindicadas del Tesoro (35.000 millones), tres colocaciones de Adif (2.000 millones) y emisiones realizadas por Andalucía, la Comunidad de Madrid o el País Vasco. La buena marcha de la economía española se ha reflejado en la demanda. “Las operaciones del reino de España se cerraron con una sobresuscripción de más de 10 veces”, destaca Fernando García, director de mercado de capitales del banco.
Los expertos restan importancia al reciente repunte de los rendimientos a largo plazo y lo interpretan como un ajuste natural. “Llevábamos años con una curva invertida, en la que la deuda a corto plazo ofrecía más rentabilidad que los bonos de mayor vencimiento. Ahora estamos en un entorno de desaceleración económica, pero no de recesión. Además, los inversores prefieren duraciones medias para reducir riesgos y evitar tener el capital inmovilizado demasiado tiempo”, explica García. Desde Société Générale no perciben las rentabilidades actuales como un riesgo y aseguran que hay apetito inversor para todos los plazos.
Con los planes de inversión en defensa sobre la mesa, los gestores anticipan que las mayores necesidades de financiación podrían traducirse en un ensanchamiento de los diferenciales. De hecho, desde la entidad señalan que en las últimas semanas los spreads de los bonos del Tesoro —el activo más líquido— han superado a los de deuda corporativa. “No es habitual que se exijan rentabilidades superiores al riesgo soberano, pero es consecuencia directa del aumento de las necesidades de financiación. Aun así, confiamos en que siga habiendo demanda suficiente para absorber las nuevas emisiones ligadas a los programas de defensa”, subraya García.
Tras varios ejercicios en los que las entidades financieras dominaron el mercado, en 2025 sus menores necesidades de financiación se han traducido en una caída del 32% en el volumen emitido, hasta los 15.300 millones. “Mientras emisores relevantes como Santander están recortando sus planes año tras año, BBVA ha optado por ejecutar menos operaciones en el actual entorno corporativo”, explica Carlos Cortezo, responsable de mercado de capitales para instituciones financieras en Société Générale.
Por el contrario, destaca el dinamismo del segmento corporativo, que ha crecido un 41% con 12.664 millones emitidos en el primer trimestre. “El mercado se ha mostrado muy favorable para los emisores. Los diferenciales han caído por debajo de los 100 puntos básicos y las compañías están aprovechando para financiarse, refinanciar deuda, crecer o reorganizarse”, señala García. Dentro del segmento corporativo los expertos destacan la vuelta al mercado de emisores high yield como Cirsa o Urbaser. En contraste, las emisiones sostenibles han caído un 26,6%, hasta los 9.900 millones, aunque los expertos consideran que se trata de un ajuste coyuntural. “El problema es que ya hay menos proyectos verdes que financiar, y eso explica la caída en volumen”, añaden.
Tampoco han querido pasar por alto la reciente fortaleza del euro. Más que como una amenaza, desde Société Générale lo interpretan como una oportunidad para consolidar el desarrollo del mercado de capitales europeo.
Con los tipos cerca de su nivel neutral en Europa, la Fed cada vez más alineada con el mercado y la resiliencia del apetito inversor, el mercado de capitales encara un segundo semestre con desafíos en forma de aranceles y financiación pública, pero también con oportunidades para emisores corporativos que sepan moverse con agilidad en un entorno más exigente.
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