El BBVA coloca 1.000 millones en deuda sénior en plena cuenta atrás de la opa sobre Sabadell
A pesar de la menor actividad de los últimos meses, la entidad ya ha captado el 40% de su programa de financiación con cuatro emisiones
Mientras los inversores y reguladores aguardan a conocer el folleto final de la opa del BBVA sobre el Sabadell, la entidad que preside Carlos Torres continúa ejecutando su programa de financiación. Tras un inicio de año marcado por menores necesidades de liquidez y la prudencia estratégica ante la operación corporativa, las buenas condiciones del mercado han abierto una ventana propicia para retomar las emisiones antes de que el verano y el periodo previo a la presentación de resultados en el que las empresas no pueden emitir deuda (blackout) reduzcan la actividad.
El BBVA ha salido hoy al mercado con una emisión para captar 1.000 millones en deuda sénior no preferente con vencimiento en 2030. En apetito por el papel español es generalizado y se extiende a la deuda pública así como al del resto de cotizadas. La demanda en esta operación ha superado los 2.600 millones, lo que ha dado pie a una fuerte contracción del diferencial. La operación partía con un spread de 110 puntos básicos y al cierre este ha alcanzado los 85 puntos básicos, lo que equivale a una rentabilidad del 3,148%.
Desde la entidad señalan que se trata del menor diferencial para una deuda de este tipo logrado por un banco del Sur de Europa en los últimos dos años. Es decir, que además del interés que despierta la firma, BBVA está logrando exprimir al máximo la rebaja del coste de financiación asociada al recorte de los tipos de interés en la zona euro. Junto a este rendimiento los bonos devengarán un cupón anual del 3,125%. La emisión ha contado con la participación de Danske Bank, NatWest Markets, RBC Capital Markets, UBS y el propio BBVA como entidades colocadoras.
Se trata de la tercera operación del banco en lo que va de año. En enero, BBVA estrenó el mercado de capitales con una emisión de deuda contingente convertible (cocos) por 1.000 millones de dólares. En febrero, colocó 1.000 millones de euros en deuda subordinada. A estas emisiones hay que sumar los 500 millones de dólares en bonos subordinados que vendió la filial turca el pasado junio.
A pesar del ritmo pausado de la primera mitad del ejercicio, la entidad aún dispone de un amplio margen para completar su objetivo. Tras captar 8.900 millones de euros en 2024, BBVA se había marcado una meta de 5.000 millones para el presente ejercicio. Con las operaciones ejecutadas, ya ha completado aproximadamente el 40% del programa previsto, priorizando los formatos de mayor riesgo, como cocos y deuda subordinada.
Esta menor presión por emitir responde a la sólida posición de capital del grupo. A cierre del primer trimestre, BBVA registraba un ratio de capital CET1 del 13,09%, un nivel holgado que permite a la entidad dosificar sus salidas al mercado y aprovechar los momentos más favorables de financiación.
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