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Matthew Beesley (Jupiter AM): “La salida de capital de EE UU es estructural y puede durar años”

El consejero delegado de la gestora británica apuesta por activos alternativos como oro y plata con respaldo físico como complemento a las clásicas carteras 60-40

El consejero delegado de Jupiter AM, Matthew Beesley, en una imagen cedida por la empresa.
Ricardo Sobrino

Con una carrera de más de dos décadas en la industria de la gestión de activos, Matthew Beesley cuenta con una posición privilegiada para observar los movimientos del dinero que se desencadenaron tras el terremoto arancelario presentado por Donald Trump el pasado 2 de abril. En una entrevista con Cinco Días en Lisboa, con ocasión de la celebración de las conferencias globales de la firma británica Jupiter Asset Management, el consejero delegado de la gestora apunta a un renacer de la gestión activa para sortear el entorno de incertidumbre que domina el mercado debido a la Administración Trump.

Pregunta. La popularidad de la gestión pasiva ha traído costes más bajos para los competidores de la gestión activa. ¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta la industria y cómo se está preparando Jupiter?

Respuesta. Es cierto que ha sido un entorno complicado para la gestión activa. En los últimos años, ha habido un exceso de liquidez en los mercados que ha impulsado la apreciación de activos de forma indiscriminada. Es decir, lo que ha movido al mercado es la dirección general, más que la selección activa de valores. Pero eso está cambiando. Los excesos de liquidez se están retirando. Además, el orden económico mundial establecido tras la crisis financiera está siendo cuestionado. La economía global ha estado excesivamente concentrada en activos estadounidenses. Hoy, ese modelo está siendo desafiado y eso abre un nuevo contexto, más volátil, donde la gestión activa vuelve a tener sentido. Es un momento para que recupere protagonismo.

P. ¿Cómo han reconfigurado las carteras ante esta nueva volatilidad tras el llamado “Día de la Liberación”?

R. Nuestros clientes están cada vez más preocupados por su exposición al mercado estadounidense. En los últimos meses, hemos detectado dos grandes tendencias: la percepción de que están sobreexpuestos a Estados Unidos y una creciente inquietud ante la dependencia de las políticas estadounidenses. EE UU tiene ahora un entorno político que genera incertidumbre deliberadamente, y eso lleva a los inversores a buscar más diversificación. Muchos están moviendo capital fuera o al menos empezando a considerarlo. Es un cambio estructural que probablemente se extienda durante años. También se observa más interés por productos alternativos líquidos como vía para mitigar la incertidumbre.

P. Hemos visto flujos de capital desde EE UU hacia activos europeos. ¿Estamos ante un punto de inflexión real para la renta variable europea o es solo una reacción puntual del mercado?

R. Es pronto para afirmarlo con certeza, pero tengo la intuición de que dentro de cinco años veremos este momento como un punto de inflexión. EE UU ha mostrado claramente que está dispuesto a imponer su autoridad sobre el resto del mundo, y ese cambio no va a olvidarse fácilmente. No creo que sea solo una rotación hacia Europa, sino hacia activos no estadounidenses en general. Europa, por supuesto, está entre ellos. Las valoraciones europeas llevan mucho tiempo con descuento frente a las de EE UU, y aunque parte de esa diferencia se explica por márgenes más bajos, el diferencial actual es excesivo. Así que sí, creo que esto marca un cambio estructural.

P. ¿Qué regiones geográficas ofrecen hoy las oportunidades más atractivas?

R. Además de Europa, Reino Unido merece una atención especial. Es cierto que soy el consejero delegado de una gestora británica, pero los datos lo respaldan, las acciones británicas están aún más baratas que las europeas continentales. El mercado británico tiene un sesgo más hacia la vieja economía, pero el entorno político es estable, la economía ha sido resiliente y las valoraciones son muy atractivas. Me parece una oportunidad clara.

P. ¿Las políticas económicas de Trump marcan el fin del excepcionalismo estadounidense?

R. La idea del excepcionalismo estadounidense se construyó sobre la base de un país que ofrecía crecimiento en un mundo estancado. Eso fue posible gracias a políticas fiscales y monetarias expansivas y a la innovación. Hoy EE UU tiene una deuda de 39 billones de dólares y unos intereses anuales que ascienden a 8 billones. Trump habla de nuevas rebajas fiscales que solo empeorarían esa carga. Los inversores ya están mostrando dudas. Nadie quiere financiar esa deuda como antes. Y todo eso, junto con los altos tipos de interés y su efecto sobre el consumo, plantea dudas sobre la sostenibilidad del crecimiento. El mercado estadounidense ha estado dominado por un grupo reducido de compañías, los siete magníficos, pero eso está llegando a su fin.

P. Aun así, el mercado sigue subiendo.

R. Puede parecerlo, pero la realidad es que en lo que va de año, EE UU ha quedado rezagado. Los mercados emergentes suben un 10%, Europa un 15% y Wall Street apenas un 2% o un 3%. Así que, los hechos indican que el capital ya está empezando a migrar. Trump ha introducido un nivel de incertidumbre que hace que los países, empresas e inversores quieran depender menos de EE UU. Ya sea para defensa, producción o consumo, hoy hay más dudas que nunca.

P. ¿Cuál considera que es el mayor riesgo para la segunda mitad del año?

R. La gran incertidumbre que vivimos. Los mercados estadounidenses no están baratos en absoluto y muchas relaciones históricas se están poniendo a prueba. Vivimos en un entorno donde existe crecimiento, aunque no sea muy alto. Los consumidores y las empresas tienen balances relativamente sólidos y no hay tanto endeudamiento en el mundo. La inflación parece estar bajo control en muchos países, incluso estamos viendo recortes de tipos de interés en varias regiones. Todo eso genera un contexto relativamente estable, aunque de bajo crecimiento. Pero el mundo observa con atención los riesgos extremos. No estoy nervioso respecto a los niveles del mercado en renta variable o renta fija, pero sí veo un aumento de los riesgos potenciales.

P. Tras el llamado “Día de la Liberación”, hubo un aumento importante en los precios del oro. ¿Qué papel juegan estos activos para Jupiter?

R. En un mundo donde los mercados pueden cambiar según las opiniones de una sola persona, los clientes buscan diversificar más allá de los activos tradicionales. Nuestros equipos de renta variable te dirán que en uno de cada cinco años, la clásica cartera 60-40 pierde dinero. Por eso creemos que, además de renta variable y renta fija, las estrategias alternativas tienen un rol importante. En Jupiter nos enfocamos en un grupo reducido de estrategias alternativas líquidas, como nuestro fondo de oro y plata. Este fondo combina exposición al oro y a la plata física, así como a las mineras que extraen estos metales. Esto permite equilibrar riesgos y lograr una cartera más eficiente. Y este año, mientras las acciones suben con moderación, el oro ha subido significativamente, ofreciendo una buena fuente de diversificación.

P. ¿Consideran incluir otro tipo de activos como los ligados al sector inmobiliario, por ejemplo?

R. Podríamos hacerlo, estamos abiertos. Lo que está claro para nosotros es que todo lo que hagamos debe ser gestión activa y que tenga un componente diferenciador. Hay muchas cosas que no hacemos hoy, pero hemos estado añadiendo equipos de inversión a nuestro negocio y seguimos buscando oportunidades para incorporar más estrategias, siempre que sean activas y diferentes.

P. En Jupiter AM han desarrollado un ETF de gestión activa. ¿Podría explicar cómo funciona y qué tipo de activos utilizarán?

R. Estamos en los primeros pasos del desarrollo de una estrategia de ETF activa. Ya hemos lanzado uno y creo que lanzaremos otro más adelante este año. Lo que sabemos es que los clientes cada vez más quieren acceder a nuestras ideas de inversión de maneras diferentes. Algunos nos piden gestionar carteras modelo para ellos, otros quieren fondos personalizados. Los ETF activos son simplemente otra estructura, que algunos clientes prefieren porque es más inmediata, pueden comprar o vender durante el día a diferencia de los fondos. Por eso estamos abiertos a innovar, sabiendo que el cambio de formato puede ser ventajoso para nuestros clientes.

P. Usted ha hablado de fusiones como una forma de aumentar activos bajo gestión y mejorar sinergias de costes. ¿Está Jupiter buscando oportunidades de adquisición?

R. Estamos abiertos. Afortunadamente, tenemos mucho margen para crecer con lo que ya hacemos, así que cualquier adquisición será por elección, no por necesidad. He hablado sobre posibles fusiones y adquisiciones durante los últimos dos años, y solo hemos hecho una operación pequeña, lo que demuestra que somos cuidadosos y reflexivos. Pero el crecimiento inorgánico puede aportar nuevas capacidades de inversión y aprovechar mejor nuestra infraestructura, lo cual es positivo como empresa cotizada.

P. ¿Hay algún segmento o innovación que le gustaría añadir y que todavía no tengan?

R. Este año, además del ETF activo que lanzamos, también hemos lanzado una versión más volátil y de mayor retorno de nuestro fondo global de retorno absoluto estructurado en las Islas Caimán, algo que nuestros clientes nos habían solicitado. Hemos invertido mucho tiempo y dinero en innovar la experiencia del cliente, desde la infraestructura hasta cómo digitalizamos todo el proceso de inversión. Y mirando al futuro, estamos abiertos a explorar nuevas oportunidades.

Sobre la firma

Ricardo Sobrino
Graduado en filología italiana y en periodismo. Redactor de la sección Empresas especializado en información bancaria y finanzas. Canterano de CincoDías, se incorporó al periódico en verano de 2018.
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