Escrivá defiende el uso de nuevos mecanismos para blindar el riesgo de crédito de la banca
El gobernador del Banco de España y su homólogo holandés afirman que la desregulación sería “un gran error” en el momento actual de máxima incertidumbre


La estabilidad financiera, por la que se puede aspirar a un crédito para comprar una casa y confiar en que los ahorros están a salvo en el banco, no es un bien inmutable. Requiere vigilancia y cuidados constantes, más aún en tiempos de volatilidad y máxima incertidumbre como los actuales, en los que además Estados Unidos irradia hacia el resto del mundo su deseo de aflojar la mano con la regulación bancaria. Para Klaas Knot, presidente del banco central de Países Bajos, “sería un gran error” retroceder en la armazón regulatoria construida durante años tras la crisis de Lehman Brothers, un mensaje en el que ha coincidido con su homólogo español, José Luis Escrivá. El gobernador del Banco de España ha señalado además que la institución trabaja en el uso de nuevas métricas para las entidades españolas relativas al riesgo de crédito con las que ampliar sus herramientas de política macroprudencial.
Durante la Quinta Conferencia sobre Estabilidad Financiera que celebra hoy el Banco de España, Escrivá ha afirmado que todavía existe margen para ser “más ambiciosos” en el diseño de las pruebas de esfuerzo a las que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y el BCE someten a las entidades de la Unión Europea. Además, y aunque la prueba de estrés que se realiza a la banca cada dos años es un ejercicio muy eficaz para analizar la solvencia de las entidades, el gobernador también ha planteado que podría utilizarse para más cuestiones, como herramienta de política macroprudencial.
En este sentido, ha recordado que el Banco de España continúa monitorizando el nivel de concesión de crédito de los bancos españoles y ha apuntado que más allá de la herramienta del colchón anticíclico, que sirve para ajustar los requisitos mínimos de solvencia en función del momento macroeconómico, es importante el análisis de los flujos de financiación por parte de la banca. “Estamos a la mitad del ciclo del crédito, es tiempo de pararse a ver qué métricas y estándares hay en financiación”, ha precisado Escrivá. El gobernador ha explicado que la institución está haciendo un importante trabajo analítico tras el que se verá qué instrumentos utilizar. “Estamos trabajando en ello con el sector, para nosotros es una prioridad”, ha apuntado.
A propósito del riesgo de crédito, Klaas Knot también ha señalado las dificultades que plantea el establecimiento de límites a la financiación por parte de la banca. Por un lado, está la necesidad de velar por el control del riesgo de crédito y la estabilidad financiera, pero por otro, Knot ha citado la importancia de dar respuesta a la demanda de crédito para la vivienda y el encarecimiento del crédito que podría suponer una menor concesión.
El gobernador del Banco de España también ha defendido que hay que evitar “los arbitrajes regulatorios” por los que en algunas geografías o sectores los agentes financieros pueden jugar con ventaja. Y ha insistido en la importancia de la cooperación internacional en materia regulatoria, para ir al mismo paso y converger hacia un marco regulatorio común.
“La estabilidad financiera es un bien público internacional”, ha defendido Klaas Knot, presidente del banco central de Países Bajos, en el discurso que ha inaugurado la jornada. Como el agua, lo más obvio es también lo más difícil de ver y de explicar, según ha señalado el banquero. Y la estabilidad financiera afronta constantes desafíos que no permiten bajar la guardia. Retos que llegan desde el propio sistema financiero, como la pujanza de la banca en la sombra o la aplicación de la inteligencia artificial a la banca, y retos que llegan también desde el ámbito político, como la necesaria respuesta ante el cambio climático —con efectos evidentes sobre el sistema financiero— o las reticencias de EE UU para regular sus bancos con el mismo nivel de exigencia que en Europa, mucho más contundentes en el mandato de Donald Trump.
Knot ha destacado que la estabilidad financiera ha resistido ante shocks como la pandemia, la guerra en Ucrania, la quiebra del family office Archegos o la caída de Credit Suisse. Pero estos episodios también han mostrado las debilidades aún presentes y cómo la vulnerabilidad bien puede aparecer cuando es demasiado tarde. El marco regulatorio de Basilea III es el último eslabón en el armazón regulatorio construido tras la gran crisis financiera que causó la quiebra de Lehman Brothers, pero en Estados Unidos aún no está clara su implementación, mientras en Europa la banca se queja de tener que cumplir requisitos regulatorios más exigentes que la dejan en desventaja frente a sus rivales estadounidenses. Knot ha reconocido que la regulación es compleja, pero ha insistido en que “no hay que confundir simplificación con desregulación”.
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